Para leer: Esmeralda de Kerstin Gier

No tenía intención de escribir todavía la reseña de Esmeralda, pero es que no me he podido resistir a desahogarme. Aprovecharé que la tengo reciente y que todavía me dura el mosqueo.

Prácticamente todas las reseñas que he leído sobre esta saga la ponen por las nubes, por eso me pregunto si no será que me han dado a leer unos libros diferentes que a los demás porque, sinceramente, la genialidad (exceptuando algunos puntos que ahora mencionaré) no se la veo por ningún lado. Es más de lo mismo y la verdad es que ya me he cansado.

Os resumiré brevemente mi impresión general sobre las tres partes, y ya de paso os dejo los links de las reseñas anteriores por si os interesa leer mis divagaciones (sobre todo porque no quiero repetirme y volver a contar lo mismo en esta reseña).

1. Rubí me gustó bastante aunque no dejaba de ser una novela introductoria. Con ella puedo decir que me quedé contenta después de leerla, o al menos no me sentí estafada. (Reseña)

2. Zafiro es un libro prescindible, sobra totalmente, en él no sucede prácticamente nada y hace que la historia se estanque de mala manera. Lo que me hace pensar que, o bien Zafiro es sólo un sacacuartos, o es el libro que le faltaba para entrar en la categoría de trilogía, que tan de moda están. (Reseña)

3. Esmeralda es tal y como me la esperaba, desequilibrada, aburrida y con un final precipitado. Además acerté sobre la paternidad de Lucy Y Paul con respecto a Gwendolin (uno de los motivos por los que al final la he leído).

Después de esto poco más tengo que añadir, en Zafiro ya expuse los porqués de mi decepción. Y repito que no es un problema de que la historia no me guste, que en realidad tiene su encanto, es que no puedo pasar por alto, o considerar una genialidad, una novela con un problema de tiempos tan bestial. La introducción se extiende en dos libros y medio para desembocar en un desenlace de poco más de 100 páginas, si llega.

Sobre la historia no hay mucho más que añadir que en las anteriores reseñas, simplemente es la extensión de las partes anteriores, además continúa con la misma tónica. Gwen en el insti, Gwen elapsando, Gwen en su casa, y así una y otra vez. Entre medias, claro está, tenemos el desengaño amoroso de la chica por culpa de Gideon el perfecto, elemento que llega a ser abusivo además de aburrido y que a mi pesar constituye la trama principal de la saga.

Lo positivo, para mí, ha sido el estilo de la autora que es muy divertido y fresco. Creo que ha sido una de las características por las que no he dejado de lado la saga y al final la he completado.

Después de este nuevo desengaño creo  que voy  a tomar la firme decisión de pasar de este tipo de sagas, porque como veis los tópicos y amoríos adolescentes no me ponen en absoluto, y si algo les sobra a este tipo de historias es eso. Esperaré a que pase la moda de las protagonistas de 16 o 17 años que hablan en primera persona y se enamoran del chico perfecto que tiende a torearlas hasta que confiesa que están perdidamente enamorados también. Últimamente estoy descubriendo muy buenos autores como para perder el tiempo con este tipo de productos comerciales que nos llegan de yanquilandia.

¡He dicho!

El gatito Baldomero dice:

Me han timado…