Para leer: Rubí de Kerstin Gier

Realmente no entiendo por qué el reclamo publicitario de cierto tipo de libros dirigidos a los jóvenes o “jóvenas” es el amor exclusivamente, como en este caso. En la contraportada de Rubí podemos leer el siguiente clame: “Cruza las fronteras del tiempo y encuentra el verdadero amor”. Pasteloso a más no poder. Bueno, es verdad que en esta primera parte algo de amor se intuye, pero lo cierto es que el tema principal es el “problemilla genético” de la protagonista, más que suficiente para entretenernos.

Gwendolyn ha heredado la habilidad de poder viajar en el tiempo. Qué molón ¿verdad? Sería muy molón de no ser porque esos saltos temporales se desarrollan sin orden ni concierto y de sopetón, tan sólo con un previo aviso con mareos repentinos, que de poco sirven para prever el salto unos segundos antes de que pase. Imaginaos el panorama si de repente estáis de camino a comprar el pan y os cambian la época así, sin anestesia ni nada. Algo molesto pues sí que es. Menos mal que existe un cronógrafo, muy bien custodiado por una organización secreta de Vigilantes, cuya función es forzar esos saltos para que se hagan de manera controlada y así no poner en riesgo a los viajeros. La verdad es que los que tienen, o han tenido esa habilidad a lo largo de la historia, han sido pocos y todos descendientes de las mismas ramas familiares. Por algo el gen es hereditario, aunque no todos los hijos, sobrinos, etc lo hereden.

Rubí es una novela introductoria donde se presentan los personajes y donde se empiezan a desarrollar los diferentes arcos argumentales, que imagino cobrarán más peso en Zafiro, la segunda parte. Es por eso que me ha sabido realmente a poco, de momento sólo me dieron a conocer el problema de Gwen y dejado caer algunos hechos que sucedieron en el pasado con otros viajeros, que por cierto, pienso que son los verdaderos padres de Gwen ¿Alguien más que lo haya leído llegó a la misma conclusión?

En cuanto a valoración general, me ha vuelto a suceder lo mismo que con otras tantas novelas juveniles actuales. La protagonista vuelve a ser una adolescente de dieciséis años, que tiene un problema X, que conoce a un chico realmente guapísimo, detestable y narcisista al que acaba sucumbiendo porque después de todo la belleza sigue estando en el exterior por muy insoportable que sea el susodicho. Tampoco es nada original el tema de los viajes en el tiempo causados por la genética, de hecho ya existe alguna que otra novela que trata el mismo tema y desde el mismo punto de vista, como por ejemplo La mujer del viajero en el tiempo de Audrey Niffenegger.

El formato, como pasa con muchos otros libros, es maravilloso. La portada por sí misma no enamora demasiado, realmente para que surja ese feeling a primera vista es necesario verlo en vivo y en directo y tocarlo. Es de pasta dura con sobrecubierta y combina el negro mate con un estamping plata que queda precioso, las letras de portada son en relieve. Las tapas interiores también son muy llamativas, de un rosa chillón mate con el título serigrafiado en blanco y plata. Un acabado muy bonito, y la verdad es que de precio, según la presentación, no está nada mal (así sí merece la pena pagar unos 16€). Sin embargo la portada que se ve por las librerías de de Zafiro me parece bastante insulsilla comparada con esta, aunque tal vez la historia esté mejor, ya os lo diré si lo leo próximamente.

En resumidas cuentas, es un libro sencillo, sin demasiadas pretensiones, que entretiene pero que si no estáis dispuestos a leer la saga (que por cierto no sé si son tres o más libros) mejor no empezarlo porque Rubí es solo la presentación de la historia.