22 jun 2010

Dale a la sin hueso hasta que te hartes...


Hacía mucho tiempo que no tratábamos ningún tema en EscritorL (salvando la frikada de los sims como herramienta para diseñar). Retomamos, como avisé, el tema de los diálogos.

La última vez vimos la forma correcta de puntuación de diálogos, vino Doña Paca a vernos y todo (es posible que pronto vuelva a contar uno de sus chismes). Paquita habla mucho, hasta por los codos, ella más que dialogar lo que hace es soltar un discurso. Porque para que haya diálogo debe de haber más de un interlocutor, sino resultaría un monólogo (tipo el club de la comedia) o un discurso (como las exposiciones de Doña Paca sobre Topacio).

Supongamos que ya tenemos a nuestros personajes en escena, preparados para darle a la sin hueso. ¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de crear un diálogo?:

· Primeramente, y muy importante, la naturalidad. Siempre debemos tener muy presente al personaje que está hablando. Su nivel social, su edad, su sexo, si tiene frenillo… son elementos que influyen, o deberían, en la manera de enfrentarnos al discurso de cada personaje. No todos hablamos igual, los jóvenes utilizamos expresiones como: “qué guay” o “que te peine iyo” (esto último es más del sur, pero lo mismo nuestro personaje resulta que es de Conil). Todo esto también nos ayudará a definir al propio personaje a través de sus palabras, de sus contestaciones o réplicas. El diálogo es otra herramienta más, que apoya a las descripciones, para ir “desnudando” al personaje frente al público (aunque suene obsceno).

· El diálogo, como casi cualquier elemento de la narración, hay que utilizarlo en su justa medida. No abusemos de él, ni lo utilicemos “porque a mi me da la gana”. El diálogo debe fluir con la narración, acompañando la acción y al momento, y en la medida de lo posible intentemos que contribuya algo al desarrollo de la escena.

·La expresividad, ¡¡¡Y NO ME REFIERO A SER INTENSO!!! Si no sabes cómo hacer actuar a tu personaje, porque todavía los diálogos se te resisten, sólo analiza a la gente de tu alrededor y comprobarás que en la vida real nadie habla robotizado (a menos que sea un robot). Construye frases cortas, concisas y directas, utiliza los interrogativos cuando sea necesario, también las exclamaciones. Todavía no conozco a nadie que en situación de peligro no se le escape alguna frase más alta de lo normal o algún que otro grito. Sean fieles a la realidad, y si todavía no os sale, practicad delante del espejo, que hablar solo no es de estar majara (yo lo hago mucho).

· Y a tener en cuenta; una cuestión que puede parecer tonta pero en la que todos caemos. El tono del discurso. P.ej.: si en una conversación, dos personajes se están hablando de usted, de repente no pueden variar y tratarse de tuteos. Lo mismo ocurre con la narración, si escribimos en primera persona debemos cuidarnos de no caer en la segunda (que uno se trabuca y no se da ni cuenta).

·Y, ¿no os ha ocurrido alguna vez, que en alguna escena donde parecen varios personajes hablando, al final te acabas perdiendo y no sabes quién es el que habla? Vigilad esto, el orden en una conversación colectiva es muy importante, y para eso está el narrador y sus incisos. Tendréis que aclarar en todo momento quién es el que habla. Cuidado con no repetiros constantemente con un: “Isabel dijo”. Hay muchas formas de indicar quién habla sin necesidad de utilizar su nombre (aquí cada cual tendrá que echarle imaginación al asunto para resolverlo).

Y hasta aquí la versión exprés de cómo construir un diálogo sin morir en el intento. Se me han quedado algunos temas atrás, pero es que no quería alargarme con tanta teoría. Si quieren aprender más pregúntenle a google que lo sabe todo.

Espero, como siempre, que os haya gustado y servido de algo mi humilde aportación.

.

8 comentarios:

  1. Que bueno Laura. Yo cuando escribí la primera novelilla, me acuerdo que empezaba un diálogo y luego el otro que le contestaba iba a su bola. Pero no me daba cuenta hasta después de haberlo escrito y léido. Era como un diálogo de besugos. En fín, que me gustan estas cosillas. Besos

    ResponderEliminar
  2. Es una muy buena aportación, a mí se me dan de pena los diálogos, pero de pena además. Siempre me da la sensación que no consigo que salgan naturales y eso me desespera. No escribo mucho pero bueno. Muchas gracias por los consejos :)

    ResponderEliminar
  3. Mi martirio es repetir mucho el "dijo", siempre tengo que corregir mis textos y reemplazarlo por otros verbos para que no suene empalagoso u.u

    Gran aporte :)

    ResponderEliminar
  4. Qué bien que os sirva, al menos un poquito XD
    Los diálogos suelen costar mucho, yo siempre pienso que el escritor, en este caso, debe tener muchas dotes de actor para ponerse en el lugar del personaje.

    Un truquillo, para esas conversaciones difíciles. Buscad a alguien e interpretad la escena (pero sin un guión cerrado), y que ese alguien actúe por el otro personaje. A veces esto da ideas de cómo podría reaccionar la otra persona.

    Natt, lo del "dijo" se suele caer mucho en eso, intenta describir gestos o impresiones, para no utilizar siempre sinónimos porque se puede hacer repetitivo.

    Qué complicado es escribir XD

    ResponderEliminar
  5. Tomaré en cuenta estos consejos para el proyecto, ¡todavía no lo he comenzado! al final me pillará el toro. Por cierto decirte que quedó muy chula la portada de Macu, la mano roja me gustó mucho

    ResponderEliminar
  6. Sandra yo soy muy "seguía" y ya lo tengo escrito jajaja, que luego no sé si me dará tiempo.
    Y la portada de Macu ha quedado muy chula, a ver qué tal sale de imprenta :D

    ResponderEliminar
  7. ¡Genial como siempre, Laura! Acabo de llegar "inspirada" de un taller gratuito que estaba impartiendo Víctor Conde en el Corte Inglés de Tenerife, y justamente hoy vimos los diálogos, así que me sirve mucho para reforzar los contenidos de la clase de hoy, jajaja. A mí, en general, no me suelen costar, hay otras cosas en las que me trabo mucho más, así que me alegro de que (por ahora) los diálogos no me asusten... Pero es cierto que hay que tener cuidado, una vez escribí un relato sobre un viejo amargado y hasta que alguien no me dijo "niña, que los viejos no usan ese vocabulario", no me di cuenta de que era totalmente lógico hablar con la voz del personaje en cada ocasión, y no con la tuya...

    ¡Queremos más lecciones!

    ResponderEliminar
  8. Lana si me dejase llevar todos mis personajes hablarían en andaluz XD

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...