Llevo cosa de un mes barruntando si escribir esta reseña. La verdad es que me cuesta mantener vivo el blog, más que nada porque leo poquísimo (cuestión que me apena mucho), aunque es probable que vuelva a mí, en algún momento, la avidez lectora. O eso espero porque se me acumulan los pendientes, como es el caso de esta saga que os quería comentar (cuyos tres primeros títulos me regalaron en reyes). De momento solo he leído el primero, La caída de los reinos, que para resumir os diré que es de lectura facilona y entretenida, que no es poco viniendo de mí en época de sequía lectora. Tiene una ambientación creíble pero a pesar de pretender abarcar un gran escenario, se limita a las pequeñas porciones de realidad que rodean a cada grupo de personajes (que son tres, básicamente).
Hay tres reinos: Limeria, Paelsia y Auranos (mira, justo un reino por cada protagonista).
El de arriba es un reino regido por la austeridad y la crueldad de un tirano, en el de en medio están los pobretones que se dedican a la exportación vinícola y el reino de abajo... Digamos que: "Auranos va bien". Como en Auranos tienen buen tiempo y manejan suficiente chash como para tomarse una cerveza de vez en cuando y comprarse cosas bonitas, los reinos de arriba los odian a muerte. La cosa estalla cuando un aristócrata de Auranos, al que llamaremos "niñato tonto el culo", mata en una pelea al hijo de un vinatero de Paelsia. Y con esto ya tenemos suficiente argumento e inquina para una novela de 428 páginas (y el resto de libros, que creo que ya van cinco o así), ¡toma ya!
Bueno, vale, también hay varios romances previsibles hasta decir basta, y uno en particular especialmente estúpido y forzado (supongo que con vistas a crear traumita y más inquina a la princesa Cleo).
Antes de seguir he de puntualizar que detesto a la princesa Cleo. Pero no es culpa suya sino de los manidos clichés que toda novela juvenil debe tener sí o sí. ¿Es necesario que TODOS los personajes sean adolescentes? Sobre todo si al final resulta que se van a comportar como maromacos de treinta tacos, vamos que la mayoría de veces el elenco resultante es un puñado de viejóvenes que no encajan con su edad ni de lejos. ¡Basta ya, señores! Se pueden escribir novelas juveniles cuyos personajes tengan más edad o menos de diecisiete años, y si resulta que no encajan porque la historia es demasiado cruda, pues haz una novela más adulta aunque sea de fantasía. ¡Ñiiiii! En serio, ¿qué opináis vosotros?, porque cada vez que abro un libro y empieza con: fulanita tenía diecisiete y le gustaba su amigo, pero también le empezó a gustar el guaperas de turno que era del grupo rebelde... Me da una depre que me muero. Menos mal que Magnus y su viaje al lado oscuro compensa.
Pues eso, que estalla la guerra y es un "yo te odio a ti y tú me odias a mí" en toda regla donde los personajes van interactuando entre ellos y se van posicionando conforme avanza la historia, con un poco de magia de fondo que para eso es fantasía épica. Es, a fin de cuentas, una introducción a lo que está por venir, que son unos pocos de libros más. Ya os contaré, si merece la pena, qué derroteros toma la saga cuando siga con ella.
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