Esos maravillosos secundarios

Después de haber repartido mis regalos navideños (con la escusa del concurso :P), ya estoy pensando en el siguiente. Aunque de momento es sólo una idea le iré dando forma poquito a poco y puede que dentro de un tiempo haya un nuevo concurso especial.

Mientras eso ocurre os contaré una buena noticia, que por lo menos ha conseguido animarme un poco. ¡Ya tengo terminado el borrador de la primera parte de mi nueva novela! Me había propuesto tenerlo para enero y mira por donde me he adelantado a la fecha. Todavía me queda mucho trabajo por delante, está siendo una novela muy complicada por la temática que trata, y lo cierto es que el género de ciencia ficción es tremendamente complicado. A ver qué resultado consigo, al menos espero que merezca la pena ser leída.

Al tiempo que escribía, aunque suelo tener muy claro los estudios previos, han surgido un par de personajes secundarios de los que me he enamorado. Y hoy, que me levanté un poco filósofa y trascendental, he reflexionado sobre este tipo de personajes, que sin ser protagonistas pueden llegar a aportar tanto a una historia. A veces incluso el abanico de secundarios es tan rico en matices que ellos mismos conforman la historia sin necesidad de un guía que los protagonice.
Como me suele ocurrir cuando escribo, la necesidad de recrear gráficamente a mis personajes me azuza a coger el lápiz, y a pesar de que llevaba siglos sin dibujar, el otro día me senté un rato para darle vida a uno de estos nuevos personajes.


Este fue el resultado. Sobre el personaje poco puedo contaros sin fastidiar una parte curiosa de la historia de modo que sólo os diré que esta mujer es traficante de armas y es de raza draven, los dravens tienen la peculiaridad de que sus ojos son rojos, además de tener una curiosa tendencia temeraria.

Y para vosotros, ¿cuál ha sido el personaje secundario que más os ha enamorado?