Para leer: Los juegos del hambre de Suzanne Collins

Debo de ser una de las poquísimas personas que se mueven por la blogosfera que todavía no se había leído Los juegos del hambre. Pues bueno, ya lo he hecho. Se me hizo muy cortito porque no he tardado mucho en terminarlo, sólo cuatro días (y eso que tengo poco tiempo para poder leer). Además tengo que admitir que este tipo de narración, en primera persona y además en presente, no es que sea de mis favoritos, pero la autora, desde luego, ha conseguido que me olvide de ese pequeño detalle con su envidiable habilidad para narrar.

Como ya llego tarde, tardísimo teniendo en cuenta que ya se están publicando las primeras reseñas de Sinsajo (la 3ª parte de la historia), voy a ahorraros tener que volver a leer lo maravillosa que es la novela, lo adictiva que llega a ser, entretenida y especial, y me dedicaré a analizarla desde mi punto de vista personal (fans sensibleros absteerse de leelo).

Desde siempre me han gustado las películas de acción, y ya de peque vi algunas pelis como Perseguido, donde Swatseneger tenía que luchar a muerte contra unos gladiadores psicópatas y superar pruebas mortales mientras le grababan las cámaras de un cruel concurso televisivo, todo ello con unas mallitas de cuerpo entero muy seductoras. En Escape de Absolom un grupo de criminales es abandonado a su suerte en una isla donde tendrán que sobrevivir a los demás. En The game también podemos ver un juego cruel y mortal o en La isla de los condenados, atrapados en una isla y obligados a matarse unos a otros mientras el resto del mundo mira la pantalla. Quizás, una de las versiones que encuentro más parecidas a Los juegos del hambre es Battle Royal, novela de Kousha Takami posteriormente adaptada a cine, donde unos adolescentes, todos miembros de la misma clase de instituto, tendrán que matarse unos a otros en un reality show televisivo. Aunque la frase de: Sólo puede quedar uno, se la debemos a los Inmortales… La idea de entretener al populacho con violencia, degradando y torturando a unas pobres víctimas no es nada novedoso. Recordemos que en Roma gustaban de semejantes matanzas en el Coliseo.

Fue por la temática de la novela por lo que me animé a leer Los juegos del hambre, sin embargo he tardado en decidirme a leerla a pesar de haber estado en mi estantería durante algunos meses esperándome. Soy un poco recelosa con las “superproducciones literarias”, más que nada porque los comentarios de los demás generan ciertas expectativas y al leerlo yo misma, en la mayoría de los casos, siempre acabo pensando: ¿y tanto para esto? Bueno, no es el caso de ésta novela, que no es poco. Eso sí, tengo que dar mi más sincera queja sobre algo. ¿Pero quién le puso el nombre a Peeta? Porque mira que es feo y malsonante…

Dejando lo del nombre a un lado vamos con Katniss, la protagonista indiscutible. La principal característica que tiene la primera persona es que el lector sólo llega a conocer lo que sabe el personaje, sólo escucha sus juicios o temores, y el resto de personajes y la acción en general quedan un poquito lejos de nuestro alcance a menos que el propio personaje se acerque. Me he quedado con ganas de conocer más de cerca a algunos de los tributos, como la comadreja, que me parece fascinante y una de las más listas del grupo, lo único que no tuvo tanta suerte como Katniss.

Al principio nos presentan a una Katniss luchadora, una auténtica superviviente que es capaz de quebrantar la ley y sobrepasar la alambrada del distrito 12 para poder alimentar a su familia con sus piezas de caza, yo diría que incluso tiene madera de revolucionaria. Además de todo es extremadamente leal a su familia y a su deber de protegerla. Cuánto valor y cuánto hay que querer a una hermana para cambiar tu vida por la suya. Pero la sensación a medida que leía se iba desvaneciendo por las contradicciones. Si bien su primera puesta en escena te colma de admiración, su posterior actitud sumisa y complaciente la desbanca como la nueva mesías.
Es evidente que bajo el régimen tiránico de el Capitolio no sería recomendable gritar a los cuatro vientos lo mucho que te gustaría acribillarlos a balazos, pero otra cuestión muy distinta es la manera en que acepta ser sacrificada, a pesar de todas sus dudas y temores. Cuando llegan al Capitolio la tratan como a una muñequita, la disfrazan, la obligan a sonreír y ella lo hace aunque no le guste un pelo, porque es su deber. Esa actitud se sucede durante toda la historia, incluso en el campo de batalla. También me resultó poco humanizado la frialdad con la que llega a analizar cada situación, que no olvide en ningún momento que todo el país la está viendo, que tiene que estar actuando constantemente para conseguir patrocinadores. Katniss es una chica lista y sabe lo que tiene que hacer y como, pero en una situación tan límite y radical como esa lo más lógico sería perder un poquito la cabeza, o al menos odiar a muerte al que te está torturando tan cruelmente. Sí, en momentos lo insinúa con algún pensamiento, pero carecen de la fuerza que precisamente muestra al principio de la novela. Supongo que todo esto es porque Katniss es una niña buena. Se lanza al bosque a por comida para su familia porque es una niña buena, acepta que la traten como un trozo de carne que llevan al matadero porque es una niña buena, en el juego mata incluso por compasión porque es una niña buena, es prudente hasta puntos insospechados y nunca pierde el control porque es una niña buena… Las niñas buenas no existen, y menos cuando las cercan como a ratas para matarlas. Es esta falta de realismo, o de intensidad dramática, lo que me ha dejado un regustillo incómodo al terminar la novela. No quita que admire sus buenas características, es sólo que me he topado con muchos detalles que me han hecho dudar que Katniss sea lo que probablemente pretende, una rebelde y una instigadora de la rebelión, aunque lo haga de manera inconscientemente.

*Pequeño espoiler*
Leeré la segunda parte por supuesto, pero si el segundo libro se basa en ese final donde ya se insinúa el triángulo amoroso avisadme por favor, prefiero leer sólo el primero y tenerlo en el altarito de las novelas que me gustaron a que me lleve una decepción por una segunda parte inadecuada. Probablemente enganche tanto como esta primera, y espero que los personajes evolucionen y se sacudan de encima el conformismo. Además el estilista de Katnis ha avivado mi curiosidad. Es un auténtico misterio, y deja entrever que no le hace ni pizca de gracia todo esto del concurso, ¿podría ser un rebelde opositor al régimen? Eso espero porque si no me enfado y no respiro >.< También imagino que Gale tendrá más protagonismo en las siguientes partes, ¿por dónde saldrá este personaje después de la actuación de Katniss en los juegos? Aunque parezca lo contrario, después de haber destripado cruelmente a la protagonista, Los juegos del hambre me ha parecido una de las mejores novelas que he leído últimamente. Definitivamente, de mayor quiero ser como Suzanne Collins. Nota personal: haré como que el capítulo 25 no existe. .