Entrevistado me han...

Efectivamente, me ha entrevistado el equipo de La duermevela del visionario. Me hizo mucha ilusión cuando me lo propusieron, y contesté encantadísima a sus acertadas preguntas. Espero que cuando la leáis os hagáis una mejor idea de mi obra, y que os divirtáis leyéndola porque tiene algunas preguntas muy simpáticas.

Os dejo con un extracto de los mejores momentos, y para leerla completa ya saben, pasen por la La duermevela del visionario.

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Otra característica que me pareció fabulosa es tu protagonista. Tal y como puse en la reseña, lo normal es encontrar protagonistas tan buenas que jamás han roto un plato en su vida, pero no, tu protagonista se emborracha, le da a la droga y está un tanto hasta el moño de todo. ¿Desde un principio tuviste claro que tu protagonista no sería la típica chica de novela o fue un cambio de última hora? ¿Por qué?

Cuando escribo lo hago siempre teniendo bien claro tanto la historia como a los personajes. Claudia era así desde antes de escribir la primera frase. Creo que una de mis características a la hora de relatar una historia es que intento que mis personajes sean lo más reales y creíbles posible. Y seamos sinceros, las “protas” perfectas e idílicas no existen nada más que entre las tapas de un libro. Todo el mundo tiene su carácter, su propia personalidad, sus defectos (sobre todo los defectos es lo que nos hace más humanos), y Claudia es el vivo retrato de la realidad de muchos jóvenes de esa edad. ¿Cuántos se refugian en las drogas o el alcohol para poder digerir una existencia vacía y sin rumbo? También es habitual la rebeldía o el inconformismo en ciertas edades. Claudia es una adolescente crecidita, el reflejo de esa generación atrapada entre algodones que jamás piensan en las consecuencias de sus malos actos. Evidentemente Claudia no es un ejemplo a seguir sino un modelo que invita a la reflexión.

En esta novela se retratan a dos personajes principales Claudia y Adán, el resto son seres fantásticos, también definidos pero al ser de ensueño no los traté con ese aspecto tan humanizado. En la luz de Léoen se refleja de manera más explícita la cuestión de los personajes.

Lo que se narra en la trilogía son las experiencias de ciertas personas, también con sus defectos y virtudes como las de Claudia. Cada personaje lleva la batuta de su historia y va construyendo su propio camino de baldosas amarillas.

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