Para leer: La tregua, de Mario Benedetti

Me he apuntado a un club de lectura por primera vez en mi vida. La idea es salir de mi zona de confort y acercarme a obras que por mí misma nunca elegiría. Tengo demasiadas novelas pendientes, novelones que me ponen ojitos desde mis estantes, y me cuesta colar obras clásicas o de géneros muggles. 

He descubierto tres cosas: 

1. Lo poco popular que sigue siendo la Ciencia Ficción o la fantasía fuera de ciertos círculos. De todo el grupo soy la única que lee CiFi, terror, fantasía… 

2. Que me cuesta horrores conectar con novelas que no tengan, al menos, un mínimo de misterio. 

3. Las historias sobre la vida real y los dramas me aburren sobremanera. 

El primer libro que he leído en el club ha sido La tregua, de Mario Benedetti. Se trata del diario de un señor con muy poca sangre, más triste que un payaso sin trompeta, chapado a la antigua y capaz de aburrir a las piedras. El pobre está en crisis porque en nada se jubila y, tal como le ocurre al 80% de la población mundial (si no más), la vida, las responsabilidades y la rutina lo arrollaron en su momento y ahora se siente perdido, sin expectativas ni ilusiones por nada. El salseo viene por un romance con una compañera de trabajo, mucho más joven que él, y de la que se enamora. Por mucho que se trate de una jovenzuela, en todo momento me la imaginé como una señora de ochenta años, con faldita a media pierna, collar de perlas y la rebequita sobre los hombros. Una viejoven, vaya. Confieso que no conecté en absoluto ni con el protagonista, ni con la chica, ni con el romance. Mucho me temo que me separa de ellos un abismo generacional insalvable. Eso sí, todo escrito con una gran maestría. Me gustó mucho la estructura de entradas cortas, realmente son microrrelatos donde siempre hace alguna reflexión sobre la vida, la relación con los hijos, los recuerdos, el trabajo, religión, incluso política. Un largo etcétera que convierte a La tregua en un libro sobre todo reflexivo. Supongo que a quien le guste profundizar en cuestiones cotidianas encontrará en La tregua una obra magnífica, bien escrita y, aunque a mí me aburriera, interesante. 

¿La has leído? ¿Qué te pareció?