¡Libraco! ¿Lo has leído? ¿No? Pues ya tardas.
Tenemos entre manos una maravilla lírica que retrata a una de las asesinas en serie más prolíferas de la historia. Isabel Báthory (Erzsébet Báthory de Ecsed) dejó tras de sí a más de 600 víctimas y pasó gran parte de su vida rodeada de muerte y sangre. Pizarnik, sin embargo, transforma lo grotesco y el horror en textos que rozan la belleza y lo poético, mostrando, no solo oscuridad y muerte, sino lo que habitaba en las profundidades del monstruo. Acompañamos así a la condesa desde sus primeros impulsos, cuando se dedicaba a martirizar a las sirvientas con alfileres o mordiscos, hasta las prácticas de tortura más retorcidas; también a sus obsesiones, la mayor de ellas vencer al tiempo y conservar la juventud a través de sangre ajena. Una mente enajenada, una psicópata de manual que asesinó impunemente durante años y que ni siquiera al final se arrepintió del mal que sembró. Un retrato, al fin y al cabo, de la cara más oscura de lo humano, pese a que su vida estuvo regida por la inhumanidad.
Al texto lo acompañan unas ilustraciones IMPRESIONANTES de Santiago Caruso, que embellecen aún más si cabe este libro tan especial. Merece mucho la pena, no te olvides de pedirlo en tu carta a los Reyes Magos.
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