Por lo general, y aunque en ocasiones me pese, leo hasta el final cada novela que pillo (bueno, reconozco que algunas veces hago lectura vertical para terminar antes, en el caso de las historias más insufribles) pero “a veces leo pestiños”. En estos casos la única opción que contemplo es el abandono. “Él nunca lo haría”, dicen, pero ¿estás seguro?
Hasta hace poco tenía en mi haber un par de libros inconclusos, sin embargo esa lista ha aumentando inesperadamente. Y es que con la edad me he vuelto exigente e impaciente y sigo a rajatabla mi norma de las 50-100 páginas. Ese es el margen que concedo a una novela para que me enganche, o como poco entusiasme, como lectora. Si llegados a ese punto me sigue aburriendo como desde la primera página, la mando directamente al estante de los libros abandonados, sin compasión.
En ese estante tengo libros de renombre, ¿o retítulo?, como El señor de los anillos. Tolkien aportó muchas cosas a la literatura fantástica, es el padre de la fantasía épica tradicional, pero para mi gusto se recreaba demasiado en las descripciones y tendía a engrosar los capítulos con pasajes innecesarios (o canciones, puf...). En la misma línea está Desde Dos Ríos, primera entrega de la archiconocida saga de Robert Jordan, La Rueda del Tiempo. Desde la primera página se nota la influencia de Tolkien, es más lo poco que conseguí leer me recordó preocupantemente a la Comarca y sus Hobbits.
Quizás esto os sorprenda porque en el estante de los abandonados tengo un título de mi adorado Terry Pratchett: Pirómides. No sé qué le pasó en esta novela pero da la impresión de que la escribió por algún compromiso editorial o a desgana. Aparte hay otros tantos títulos más como El último anillo, que me vendieron como una novela hilarante y no le encontré la gracia por ninguna parte (una copia más de Tolkien, espesa, lenta, y con relleno), Control de transmisión, CiFi Hard de la buena que empecé sin saber que se trataba de una segunda parte, o secuela (hasta que no lea la primera no pienso continuar con esta).
Siendo sincera, estoy en un momento lector un pelín caprichoso porque he decidido que durante un tiempo solo voy a leer novelas que realmente me apetezcan. Por un lado estoy cansada de perder el tiempo con novelas mal escritas o aburridas y por otro busco inspiración y buenas costumbres narrativas que me sirvan para mejorar mis propias obras.
Con esta idea, casi sin darme cuenta, he ido acumulando una serie de títulos que, o bien llevaba mucho tiempo deseando leer o son de mis autores favoritos: American goods, Dune, Hyperion, Ubik, La Corte de los Espejos, El hereje, un par de novelas del Mundodisco y otros tantos de Christopher Moore, Michael Crichton y Dean Koontz me esperan en la estantería. Esto solo en papel (dejé alguno atrás), a los que hay que sumar las maravillosidades que me esperan en digital.
¡Me estoy agobiando! Me piro a leer, ¡ea!
También tengo libros inconclusos, y es que a veces son insufribles y no queda otra cosas que dejarlos de lado, y coincido con vos en American Gods, simplemente no puede más y lo deje.
ResponderEliminar¡Besos!
En realidad American goods está en la pila de lecturas pendientes. Gaiman me gusta mucho, espero no llevarme el chasco con esa novela, de la que he leído opiniones de todo tipo.
EliminarA mí me gustó American Gods, aunque es un Gaiman diferente, más oscuro. Lo leí en la calma del verano, con tranquilidad, y resultó uno de esos libros que ni tienes prisas por volver a coger, ni por volver a soltar, no sé, me resultó plácido, aunque suene raro. Ya me dirás!
EliminarYo también planto algunos libros. Con el poco tiempo que hay, leer a desgana no tiene mucho sentido. Muy comprensible, y oye, das un margen amplio. 50/100 ya son páginas jeje.
ResponderEliminarAlgunas veces lo vuelvo a intentar tras un tiempo... pero rara vez funciona.
Tengo Piromides, ahora miedo me da abrirlo jajaja. El señor de los anillos lo leí pero con trampas, las descripciones fueron en vertical. Uf, las canciones también me pusieron de los nervios.
Lo importante es disfrutar las lecturas.
¡Besos!
Les doy tanto margen porque soy una ilusa y siempre confío en que la historia arrancará en poco, pero casi nunca pasa XD
EliminarLo bueno de Pirómides es que es cortito y a poco que una se empeñe lo acabas. Igual lo vuelvo a intentar más adelante.
Buff, pues no sé si será la edad Laura, porque a mí también me está pasando. Yo leo 30 páginas (soy más exigente aún) y cuando veo que me cruje: "Saionara, baby". Lo dejo en un rincón, a la espera de otro ratito en el que me llame, pero nunca suele llegar...
ResponderEliminarCuando uno deja un libro a medias pocas veces funciona eso de darles una segunda oportunidad. Hay historias que no cuajan por lo que sea, y con todo lo que hay por leer casi mejor pasar del tema.
EliminarCoincidimos con Tolkien XDD es que se pone muy pesado con las descripciones... A mí ahora se me ha atragantado Ángeles y Demonios de Dan Brown... y quiero acabarlo, ¡por cabezonería! Pero es un libro que luego no quiero volver a ver...
ResponderEliminarBesos de tinta
¡Te sigo!
Uffff Dan Brawn... Su famoso código me duró meses y meses, qué libro más insufrible. Desde eso no he vuelto a leer nada de ese autor, ni creo que lo haga.
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