Soy un despiste con patas, y para demostrarlo os contaré una bonita historia.
Si recordáis, el mes pasado di mucho la brasa con la salida del último libro de La Horda del Diablo; que si El Oráculo de Éstepal sale ya mismo, que si lo quiero, lo quiero, lo quiero, etc... Pues llegó a mis manos poco después de su estreno y, cómo no, empecé a leerlo enseguida. Estos días ando un poco trastornada porque me he mudado y la verdad es que tengo poco tiempo para leer, aun así llevo unas 200 páginas de las seiscientas y pico que tiene el libro. Cuál ha sido mi sorpresa cuando anoche me fijé en la contraportada y, ¡por Tutatis!, han incluido un extracto de una de mis reseñas. En concreto ha sido la reseña que hice sobre La puerta dorada, el volumen cuarto. En mi defensa diré que el libro es de tapa dura y además lleva una sobrecubierta que oculta los textos de contraportada. "Pero esa no es excusa, Laura, porque tú cuando lees siempre les quitas a los libros la sobrecubierta". "¡Chu!, tú a callar, so chivato".
Ahora La Horda del Diablo no es solo una de mis sagas favoritas de fantasía sino que además me siento un poquito partícipe de ella. ¡Es muy emocionante!
Os dejo con la imagen de la contra y su correspondiente zoom, porque soy así de egocéntrica.
¡Qué bueno! Felicidades :)
ResponderEliminar