Para leer: Cordero, de Christopher Moore

 

Por mandato divino, Levi, más conocido como Colleja, va a ser resucitado y le será encomendada la misión de escribir sobre la infancia de Cristo, sobre esos años del Mesías que no se mencionan en la Biblia. Y quién mejor para hacerlo que su mejor amigo. Así es como Colleja volverá al mundo de los vivos y acabará encerrado en una habitación de hotel y custodiado por el ángel Raziel.

Reconozco que me daba miedito leer esta historia después de la mala experiencia con El bufón, pero lejos de resultar tan burda creo que, dentro de la ficción, Cordero ha conseguido un buen retrato de lo que podrían haber sido los años perdidos de Cristo (al menos están llenos de aventuras). El personaje de Joshua (Jesús) destila bondad, inocencia y es tan entrañable como un oso amoroso harto de azúcar. Por contra Colleja tiene toda la picardía que le falta al Mesías para enfrentarse al mundo y es, por otro lado, un adolescente con las hormonas revolucionadas. Al fin y al cabo los años en los que más se centra la historia son la adolescencia de los dos amigos así que el perfil y los comportamientos son cuanto menos creíbles. Pobre Joshua, a él no le está permitido conocer mujer, eso no quita que tenga curiosidad sobre cómo es eso del sexo. La carga y las chanzas sexuales abundan, a eso ya nos tiene acostumbrados Moore, aunque el hilo se centra en que Joshua no sabe cómo ser el Mesías. Su padre celestial pasa de él y nunca contesta a sus rezos de modo que decide emprender un viaje en busca de los tres Reyes Magos para que le instruyan. Es así como conocerán a Baltasar en primer lugar, un mago bicentenario que vive en una fortaleza con nueve concubinas chinas, que les enseñará secretos mágicos y filosofía oriental. Años más tarde seguirán su camino y llegarán a China donde vivirán como monjes budistas con Gaspar, y tiempo después alcanzarán la India y encontrarán a Melchor.

Al tiempo que leía no paraba de pensar en lo difícil que lo habrá tenido Moore para documentarse. La ambientación está muy conseguida pero hay que tener en cuenta que la primera treintena de nuestra era queda muy lejos y ciertas costumbres cayeron en el olvido, por eso es de suponer que mucho de lo que nos cuenta habrá salido de su propia cabeza. Aún así se palpa el desierto por todas partes, el marrón, la arena seca, los olores a especias, las vestimentas y la nieve, porque también hay mucha nieve, y sangre... Los dos amigos pasan por muchas aventuras pero he de confesar que los pasajes con los que más he disfrutado fueron con las escenas que se suceden en nuestra época, en la habitación de un hotel. El ángel no es que sea muy avispado precisamente y encima le encanta la televisión. Que le pidiera al Señor que lo convirtiera en Spiderman me llegó muy hondo. Lo malo de esta historia es que, como en Titanic, ya sabes de antemano cómo va a terminar.

Moore se ha vuelto a ganar mi respeto, a pesar de todo mi favorita sigue siendo Un trabajo muy sucio. De cualquier modo Cordero es una historia más que recomendable, divertida, amena y llena de aventuras.

El gatito Baldomero dice:

Para echarse unas risas