Para leer: Apocalipsis Z (vol. 1, 2 y 3 -ahorrando espacio-)

¡Por fin me he estrenado en la literatura zombi! Y no podía haberlo hecho de mejor forma que con un autor español y una historia apabullante. Parece mentira que siendo aficionada al género no me hubiese decidido a leer ninguna novela. He de confesar que a pesar de que la historia de Manel me ha entusiasmado sigo prefiriendo los zombis en el cine porque donde esté un cráneo reventado que salpique la cámara que se quite todo lo demás, no obstante Manel es capaz de recrear ciertas escenas de manera fotográfica y muy realista, en ocasiones hasta se puede llegar a oler la hediondez.

Apocalipsis Z se divide en tres volúmenes, y ciertamente si lees el primero no te va a quedar más remedio que seguir con el siguiente porque sientes la necesidad imperante de saber qué será del grupito de supervivientes. Historias de zombis hay muchas y por lo general suelen tener la misma base argumental: la sociedad se va al traste y los vivos se transforman poco a poco en muertos vivientes caníbales y violentos, pero la gracia está en el enfoque, y por supuesto en el corte de personajes que la protagonicen.

La historia comienza con El principio del fin, narrada de modo epistolar a través de las entradas del diario del protagonista. Se trata pues de una narración en primera persona que mantiene la tensión en todo momento. Pocos comienzos han conseguido ponerme los pelillos de punta y generarme tal ansiedad, el mundo se desmorona ante la impotencia y el desconcierto de nuestro abogado protagonista, que es consciente de que algo muy serio está sucediendo. La desinformación y las versiones son confusas puesto que las autoridades se empeñan en tapar el asunto y la verdadera naturaleza de la pandemia. Irremediablemente la bomba de los No Muertos les estallará en las narices y ni las evacuaciones masivas ni las Áreas Seguras servirán para contener la plaga (si sucediera de verdad, y teniendo en cuenta el atajo de personajillos que nos gobiernan, estoy segura de que acabaríamos igual de jodidos que en la realidad de Manel). A partir de aquí el protagonista y su gato se quedarán solos en mitad del Apocalipsis y se sucederán las consecuentes huidas y peripecias para sobrevivir. La acción casi no da tregua y la novela se transforma en una carrera desesperada por la supervivencia.

Es en Los días oscuros cuando la historia da un giro argumental y de punto de vista. Sigue manteniendo la narración en primera persona pero lo entrelaza con capítulos narrados en tercera persona. Par ahorrarnos espoilers no os contaré nada del argumento, solamente os diré que se irán a encontrar con una amenaza casi peor que los zombis, el propio hombre y su estupidez.

El tercer libro, La ira de los justos, sigue la misma tónica narrativa. La historia se sigue complicando para los protas, que tendrán que enfrentarse a mil peligros y situaciones complicadas, la mayoría provocadas por el hombre que es infinitamente más malo que una horda de zombis con chinches.

Es una historia trepidante, con derroches de acción y escenas muy reales, con descripciones cuidadas muy visuales para la que pido una adaptación cinematográfica pero ya. Me encantaría poder ver una película de zombis con este guión. Ah, por cierto, lo he pasado fatal, fatal, con Lúpulo, no hacía más que sufrir por el pobre gatito, qué mal rato...

El gatito Baldomero dice:

¡Está genial!