Susto o Muerte: La cabaña en el bosque

En realidad no sé muy bien cuál es el título oficial de esta película. La he visto en versión original, como viene siendo costumbre últimamente (ya que pocas películas de terror recientes llegan a España). Si atendemos a la traducción del título original sería La cabaña en el bosque, pero por ahí hay una traducción latina que la titula como La cabaña del terror. ¡A saber! Lo que sí sé seguro es que la película es del 2011, que está dirigida por Drew Goddard, y que es ¡la caña!

Aquí tenéis la web oficial de la película, por si le queréis echar un ojo.

Si os acordáis, en el último Susto o Muerte os hablé de Tucker y Dale contra el mal, una comedia que satiriza las películas de asesinos “palurdos” que viven en bosques siniestros. La cabaña en el bosque comienza con los mismos ingredientes, aunque hay que dejar claro que no es una comedia, a pesar de tener ingredientes cómicos. Se trata de un homenaje al terror en general, enfocado desde un punto de vista muy particular que me sorprendió (cosa extraña en el género, porque a estas alturas ya hemos visto de todo).

Así pues tenemos un grupito de cinco jóvenes que se van de fin de semana a una cabaña perdida en el bosque. Está el putón verbenero, el tío cachas (que es nada menos que Thor), el tío listo, el porreta y la virgencita. Más elegidos imposible. Hasta se encuentran con un dependiente de gasolinera siniestro, el típico que al verlo ya piensas: ¡vamos a morir todos!, y aun así siguen adelante… Hasta aquí todo normal en una peli de estas características, pero resulta que de vez en cuando cambiamos radicalmente de escena y aparecen estos personajes:

¿Y estos mendas quiénes son? Y lo más importante, ¿dónde están? Parece ser que están en unas instalaciones hipersecretas, escondidas en alguna parte, con una tecnología puntera y un equipo de profesionales de cientos de trabajadores, que además están controlando al grupito de jóvenes de la cabaña con cámaras, micros y los están manipulando soltando gases cargados de hormonas para modificar el comportamiento, etc, etc… ¡Qué cosa más rara!

Llegados a este punto empiezas a hacer conjeturas: que si es un experimento sociológico del gobierno, que si es un reality show para ricos sádicos... Pues no podías ir más mal encaminado, es que ni te lo imaginas, aso sí, el embrollo se va resolviendo conforme avanza la trama y ya vas atando cabos. A todo esto, el grupito de condenados ya se ha encargado de invocar sin querer a una familia de zombis psicópatas obsesionados por el dolor. Muy bonito todo: carreras, gritos, sangre, muertes en el orden que las esperas…

De nuevo es una peli normal, hasta que llega el despiporre y se descubre el pastel.

Hay escenas memorables (mi favorita es la del unicornio, que no tiene desperdicio), y no hay que olvidar la aparición estelar de Sigourney Weaver, que yo no sé esta mujer cuántas organizaciones megasecretas dirige, porque en Paul creo que también es la jefaza, y juraría que la he visto en otras tantas pelis con el mismo papel. Claro que después de haberse enfrentado tantas veces a Alien, tienen un buen currículum, nada más verla ya piensas en los mamporros que debe arrear la tía.

¿Os cuento el final? Nooo, mejor la veis, no os perdáis esta película porque merece la pena verla.

¿Os recuerda a alguien?

Gran guiño a los Cenobitas, aunque hay más, muuucho más. 

Daos un paseo por La cabaña en el bosque y me decís a cuántos personajes de los que aparecen podéis reconocer.