Medio de vuelta

¿Quién dijo que después de vacaciones iba a tener tiempo para sentarme? Que levante la mano para darle un sopapo... Pues sí, no he hecho más que llegar y ya estoy sin tiempo para nada. Fuuuu >.<

Con lo bien que se está de vacaciones sin nada que hacer, sin internet (aunque parezca mentira que yo lo diga), sin responsabilidades, sin ver las noticias (por mí como si hubiese llegado el Apocalipsis que no me habría ni enterado). ¡Qué felicidad, señores! Leer tranquilamente al fresco hasta que anochece, meter los pies en remojo cuando hace calor, tomarte una cervecita al medio día y luego echarte la siesta sin estar cansado siquiera. Claro que mejor no os digo los kilos que he engordado en un solo mes... Todo tiene su contrapunto. Como allá en la sierra no hay mucho que hacer he aprovechado para leer. Y eso he hecho casi todo el verano, leer, leer, y cuando me aburría leía más, parando un ratito para dormir jajaja.

¿Los vacacioneros habéis leído mucho este verano? ¿Cuáles han sido vuestras lecturas? Las mías han sido variadas en realidad, empecé por Los pequeños hombres libres y ¡porrrr Crrrristo!, cuánto me ha gustado esa novela. También ha caído Orquídea blanca y El rey Trasgo, sobre las que veremos próximamente las reseñas por aquí. ¡Ah! y por fin me terminé la trilogía de Apocalipsis Z, no me queda otra que dar la enhorabuena a Manel por esta saga zombiniana tan fabulosa, os la recomiendo a todos, os gusten o no los zombis. También leí de prestado Un sombrero de cielo, la segunda entrega de la saga de Tifany Dolorido y sus Pequeños Hombres Libres. Me gustó tanto como la primera pero tengo una queja, le han cambiado el acento a los Nac Mac Feggles y no me gustó ni un cacho. Me volví un poco loca con Esquizofrenia y después cayó Un mundo feliz, con la que por fin he completado el triángulo distópico por excelencia (mi favorita sigue siendo 1984, y lo será siempre porque es imposible desbancarla). Me atreví con la Guía de supervivencia zombi que no me esperaba que estuviese escrita tan en serio, desde luego que si llega el apocalipsis zombi todo el mundo debería tenerla como libro de consulta. Y el clásico ha sido Lolita, que sinceramente me ha decepcionado porque me aburrí bastante y acabé odiando a H. H. (pedazo de tío insoportable y pedante, además de pervertido).

La anécdota corre a cargo de El beso de media noche, de Lara Adriá, y os cuento por qué. La novela me la recomendaron hace tiempo, alguien me convenció para que la leyera porque siempre andaba yo quejándome de las historias sobre vampiros actuales (nenazas con colmillitos que brillan al sol y ese tipo de cosas). El caso es que al tiempo que la leía me fui mosqueando cada vez más, no por nada sino porque es la 20ª novela que leo este año con ese mismo argumento y esos mismos protagonistas. Vampiro buenorro de casi dos metros, musculoso, de melena larga y verga más larga todavía, conoce humana veinteañera (anda que se van a ir a por una cuarentona rellenita), se ponen cachondos como perros, folletean hasta entrarles agujetas pero ¡aaah!, el no le quiere morder y reclamarla como suya (ya que es una perra, solamente carnaza y eso) a pesar de que ella es una Compañera de Raza, una elegida, porque la quiere mucho y no puede hacerle algo tan horrible. Claro que cuando el malo la secuestra se da cuenta de que no puede vivir sin ella, porque el lobo solitario está enamorado hasta las trancas de la señorita pelirroja de curvas voluptuosas... ¡¡Y me cabreé!! Me cabree muy en serio. Así que me puse a escribir un relato con mi propia parodia vampírica. Y cuál fue la sorpresa que cuando lo terminé resultó ser el primer capítulo de una novela con la que me pienso partir el ojete de risa escribiéndola. Así que ya sabéis cuál será mi próximo proyecto. Una novela de vampiros para lectores a los que no les gustan las novelas de vampiros.

Pues ese es mi resumen de lecturas del mes de Agosto. Ha dado mucho de sí, y hasta tengo argumento para una novela nueva, así que no me puedo quejar. Ahora toca ponerse manos a la obra, me he propuesto escribir más y bloguear menos, pero eso no significa que vaya a desaparecer ni nada por el estilo, solo que me veréis un poco menos (eso digo ahora.... ya veremos que pasa). De momento estos meses se presentan moviditos porque no olvidemos que El letargo del pájaro de fuego está a la vuelta de la esquina. No os perdáis las novedades de la Editorial Kelonia del mes de octubre y cazad al pajarito ardientoso cuando despegue.

¡Nos leemos pronto!