Para leer: Los crímenes de Santa Úrsula, de Greta Spaulding

“Puedo ser un cabrón, pero no soy un puto cabrón”
Seth (Abierto hasta el amanecer)

Esta es la cita con la que comienza Los crímenes de Santa Úrsula, la cual leí y no pude evitar decir: “Ayayayyy” (léase con acento mejicano) por lo que auguraba. El corte de personajes, la ambientación y ciertos diálogos parecen sacados de un guión de Robert Rodríguez (un director que me gusta especialmente), pero además tiene otros tantos ingredientes cosechados de otras influencias porque bien podría ser un capítulo de Historias de la cripta (¡me encantaban!). Por otra parte se trata de una novela corta, muy corta, que recuerda a la literatura pulp de misterio y terror del pasado siglo. Al ser una narración tan breve me la leí de una sentada, aunque la intriga ayudó mucho a que no la soltara hasta llegar al final.

La acción se desarrolla en Santa Úrsula y a lo largo de varias décadas. Comienza con el asesinato de una joven, cerca del pantano, que tendrá sus consecuencias para los autores del crimen. El tiempo pasa pero el pantano clama venganza y una criatura deforme y siniestra irá acabando poco a poco con los asesinos de la mujer. En la investigación de los crímenes entran en juego un par de policías locales, unos caza recompensas, el dueño de un antro de carretera y una jovencita que vive en una rulot. Y por supuesto la criatura del pantano. Por su parte la narración es fluida y los hechos se suceden muy rápido así que no da lugar a aburrirse. Lo cierto es que me gustan mucho las historias cortas porque suelen ser muy intensas, como una carrera a contrarreloj, pero lo que más me ha llamado la atención del relato es el recurso de los saltos temporales. La historia comienza con el asesinato pero después salta entre los años 80 y 60 intercalándolos indistintamente. Es una técnica con la que se crea una mayor expectación pero lo que me resultó curioso es la similitud de la estructura con las anteriores novelas de la autora. Greta Spaulding es un pseudónimo de Macu Marrero, sobre ella y sobre su saga Mihai ya os hablé en su momento, en ambas novelas (Mihai y Señales) se da también este tipo de narración desarrollada entre épocas distintas y lo cierto es que a Macu se le da de maravilla este tipo de narrativa. Tal vez sea un detalle sin importancia pero no deja de parecerme curioso que la autora haya plateado una vez más una estructurada similar. Lo que vengo a decir es que el resultado del conjunto es un sello personal muy característico de Macu/Greta.

Poco más puedo contar de una novela tan corta salvo que es muy entretenida y con un final de los que sorprenden. Si os gustan las historias espeluznantes, con acción y repletas de misterios y monstruos, no la dejéis escapar, seguro que os mantendrá pegados a las páginas como hizo conmigo.

El gatito Baldomero dice:

¡Qué heavy!