Para leer: Orgullo y prejuicio de Jane Austen

En realidad no tenía intención de hablar sobre este clásico en el blog, pero después me he dicho: ¿y por qué no si bien merece que se hable de él una y otra vez? Imagino que todos la conocéis, de hecho es la novela más renombrada de Jane Austen, y si no la habéis leído seguramente habréis visto alguna de sus adaptaciones, porque tiene varias, incluso una serie de televisión y un musical.

Deciros que hasta hace muy poco no había leído la novela (muy mal por mi parte pero es que no se puede abarcar todo). Precisamente fue después de intentar leer Orgullo y prejuicio y zombis (No-Reseña aquí) cuando decidí dejar esa reinterpretación esperpéntica y terrible para leer el clásico. ¿Para qué perder el tiempo con zombis de palo cuando puedo leer la obra original?

Sinceramente me esperaba otra cosa, ya empecé a leerla con el prejuicio inevitable de la época en la que fue escrita (1813), pensaba que sería mucho más arcaica pero sin embargo es una novela que ha superado el paso del tiempo, y si bien habla sobre las costumbres de la época podría pasar por una novela romántica actual (muy inocente y comedida, claro está). El lenguaje en ningún momento resulta pomposo.

Está considerada de las primeras comedias románticas de la historia y viene a tratar, más que el tema amoroso, la evolución de dos personas que se verán afectadas por diferentes circunstancias que les obligarán a madurar. Es en resumen, y haciendo honor a ese título más que apropiado, la historia del orgulloso Sr. Darcy y del prejuicio que provocará en la Srta. Bennet (prejuicio que desemboca en aversión y hasta odio). En segunda instancia, y bajo mi propia apreciación, yo la defino como “marujeo victoriano”, porque anda que no se mueven chismes y habladurías entre sus páginas.

Es una delicia y una gozada leerla, aunque si te paras a pensar en el papel que le toca a la mujer dan ganas de gritarles que espabilen, pero también habrá que tener en cuenta que en 1813 era la orden del día ser una mojigata y en realidad se trata de un fiel reflejo de la alta sociedad de la época. ¡Cuánto recato y auto represión! Posiblemente acabaría explotando si tuviese que estar aparentando todo el día.

Nada más terminar la lectura me puse a ver la adaptación cinematográfica de 2005, que me pareció bastante fiel. Tanto que al final el Sr. Darcy y la Srta. Bennet no se dan ni un triste besito. Peeero hay un final alternativo de cuya existencia supe a través de una conversación en Facebook (que algo bueno tenía que tener esto de las redes sociales). Os dejo con la escena que fue omitida en la versión final, inventada solo para la película porque en la novela no aparecen ni arrumacos ni cariñitos, y que a mí me puso los pelillos como escarpias. Adoro al Sr. Darcy, ¿por qué se empeñarán en ponernos los dientes largos? ¡Los hombres así no existen!

El vídeo tiene desactivada la opción de “compartir” así que os dejo el enlace para verlo directamente en YouTube. http://www.youtube.com/watch?v=oSOOAdn6g5E

El gatito Baldomero dice:

¡Me ha enamorado!