Para leer: La Villa Vil de LemonySnicket

Hace ya muchos años vi por primera vez la película “Una serie de catastróficas desdichas”, basada en la serie de novelas de LemonySnicket y que cuenta las aventuras de tres hermanos huérfanos, los Baudeler. La he vuelto a ver de nuevo porque me encanta y esta misma mañana he pensado que más me vale hacer la reseña de La Villa Vil antes de que se me acabe olvidando del todo la novela (la leí hace mucho). Ahora que me he sentado a escribir me acabo de dar cuenta de que muchos detalles se han borrado de mi disco duro, pero realmente no es motivo para que no pueda contaros las beldades de este libro.

Desde que vi la película he tenido interés en leer esta saga pero lo cierto es que jamás me la he cruzado en todos estos años hasta hace poco, en una de mis visitas a la biblioteca. La pega es que el libro que encontré es el número 7 de la serie. Realmente me importó poco así que me lo llevé a casa, de todos modos al ser historias independientes se pueden leer en el orden que se prefiera.

Los tres hermanos Baudeler quedaron huérfanos después de que un incendio destruyese su mansión, con sus padres dentro. La mayor, Violet, es una inventora que siempre que se recoge el pelo con una cinta está tramando algo. El mediano, Claus, es un niño al que le encantan los libros y que además puede recordar todo lo que lee (no se parece a mí desde luego). La pequeña Sunny es una bebé a la que le encanta morder cosas y que puede roer todo lo que se proponga. Los que hayáis visto la película sabréis que el primer candidato para tutor de los tres hermanos es el Conde Olaf, que no está tan interesado en el bienestar de los críos como en su fortuna.
En La Villa Vil las desdichas continúan y los niños son adoptados por un pueblo entero. En la Villa Vil son un poquito raros, y además las calles están infestadas de cuervos. Siendo todo un pueblo los tutores de los niños bien podrían haber estado cuidados y atendidos pero la verdad es que los vecinos sólo los quieren para que hagan las tareas difíciles del pueblo. El Conde Olaf, con sus disfraces, no faltará en la historia, ya que sigue empecinado en destruir a los niños.

El estilo narrativo de Lemony me ha encantado desde la primera página. No sólo cuenta la historia sino que habla con el lector en todo momento, y algo que me llamó la atención es que en la sinopsis es el propio autor el que nos insta a no leer la novela. La verdad es que según se expresa y por cómo cuenta algunas cosas debe de ser un cachondo de cuidado.

Otro valor añadido es el formato de los libros. Cuando lo saqué de la biblio pensé: cuidado cómo está el libro, que se le están cayendo las páginas y todo. Tonta de mí cuando me di cuenta de que no se le caían las páginas sino que lo simulaba. El lomo está cortado en zigzag y da esa sensación. Realmente el formato simula un libro antiguo, desde las tapas, las contratapas y todo lo demás. Son libros preciosos, lo malo es que son muchos y además rondan los quince euros cada uno. Una pena, porque me encantaría coleccionar la serie completa (¡ay los euromillones, quién los cogiera!).

El gatito Baldomero dice*:

¡Me enamoró!

*A partir de ahora la reflexión final correrán a cargo del gatito Baldomero :)