Susto o Muerte: House

No os equivoquéis, no voy a hablaros sobre House, ese médico tan excéntrico y de humor sarcástico, yo diría corrosivo más que ácido. La que os traigo es una de las sagas ochenteras que para mí pertenecen a la lista de películas míticas de la época.
Aunque las 4 películas llevan el mismo nombre, cada una tiene un argumento totalmente diferente y poco en común. De hecho cada House está dirigida por diferentes directores y ni siquiera comparten algún intérprete.

House I: una casa alucinante se estrenó en el año 1986, y fue dirigida por Steve Miner. Es la que más me gusta de todas (junto con la segunda), porque además de un argumento entretenido trata la historia desde un punto de vista más cómico. En esta primera parte un escritor de éxito, veterano de Vietnam, se muda a la antigua casa de su tía después de heredarla, y tras el desgraciado suicidio de la anciana. Se traslada solo ya que se divorció poco después de que su hijo pequeño desapareciese misteriosamente. Cuando se instala empiezan a suceder sucesos extraños en la casa, y por las señales llega a la conclusión de que su hijo está atrapado en alguna parte del inmueble. Para encontrarle tendrá que luchar con demonios y seres infernales, que le harán la vida imposible. Es una película muy divertida y muy fantástica.

House II: aún más alucinante continúa con el carácter humorístico de la primera. Data del año 1987, un año después su antecesora, y su director fue Ethan Wiley. En esta ocasión el protagonista también hereda una casa familiar y se muda a ella con su novia y un amigo. Allí encuentra muchos recuerdos de sus antepasados y resulta que su tatarabuelo fue un conocido bandido del oeste. Al parecer el anciano, antes de morir, robó una calavera de cristal con extraños poderes, así que ni cortos ni perezosos deciden desenterrarle. Cual fue su sorpresa cuando el abuelo centenario estaba vivo dentro de su tumba. Un abuelito muy agradable, por cierto. Hay viajes dimensionales a junglas desconocidas, una oruga perro, que adoptan como mascota, y no os podéis perder al electricista aventurero, uno de los mejores secundarios que he visto en una película de terror.

La tercera entrega es la que menos me gustó, su tono es mucho más serio, con lo cual pierde toda la gracia (nunca mejor dicho). House III es del 89, dirigida por James Isaac, y la trama trata sobre la ejecución de un terrible asesino y su juramento de venganza hacia el policía que lo atrapó. Cuando consiguen achicharrarlo en la silla eléctrica (porque mira que les cuesta matarle), empiezan a suceder cosas extrañas en la casa del policía, e incluso se suceden misteriosos asesinatos.

La cuarta y última entrega apareció en 1992 y fue dirigida por Lewis Abernathy. En esta ocasión la protagonista es una mujer, que quedó viuda tras un accidente de coche donde falleció su marido y su hija quedó postrada en una silla de ruedas. También heredan una vieja casa que fue de su marido, y se mudan allí en busca de una vida nueva sin sospechar que bajo la casa se esconde un secreto olvidado de los indios que vivieron en la zona años atrás.

No sé por qué será pero las películas de terror de los 80 o principio de los noventa siempre son las mejores, y en la gran mayoría de casos son un claro ejemplo de cómo hacer una película entretenida y con un argumento original sin la necesidad de un presupuesto desorbitado o dosis exageradas de violencia gratuita. El gore está bien, en su justa medida, pero no hay que olvidar la fantasía del terror, que últimamente se deja de muy de lado en el cine actual.