Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:

Soy Daniel Pérez, de 5º A, supongo que me tendréis en vuestra lista y me conoceréis de sobra porque según dicen mis padres, como sois magos, lo sabéis todo. Este año me gustaría tener algunos regalos el día de Reyes pero he decidido pediros otra cosa que no es un juguete.

Primero tengo que explicaros algo importante. Este año han puesto en nuestra clase a un repetidor que se llama Ramón, aunque en el cole lo conocemos como El Bicha porque cuando se enfada saca la lengua como una serpiente. Es un abusón y como es el más grande de la clase se aprovecha porque tiene más fuerza. Si yo fuera tan fuerte igual me aprovecharía un poco, pero seguro seguro que no iría pegando a la gente porque sí. Usaría mi fuerza para defender a mis amigos y evitar que me pasaran cosas como la del otro día en el recreo.

Estábamos jugando cuando llegó Ramón. Casi todos nos habíamos comido nuestro bocadillo pero Andrés todavía tenía el suyo a la mitad. Come muy lento porque hace poco el dentista le puso un aparato en los dientes. Ahora pronuncia raro y escupe al hablar, es gracioso pero no me gustaría que me pusieran uno a mí. El caso es que Ramón le dijo que le diera el bocadillo y Andrés, que es muy valiente, le contestó que ni hablar. Como a Ramón no le gusta que le nieguen nada, fue directo a por Andrés con el puño en alto y la lengua fuera. Andrés, por si no lo sabéis, es mi mejor amigo de todo el cole así que fui a defenderle. Ramón me empujó contra una pared, me di en la cara y se me partió un diente. Al final se llevó el bocadillo de Andrés y encima me quedé mellado, vaya gracia. Lo peor es que nada más llegar a casa mi madre me preguntó qué me había pasado. No le quise decir la verdad porque si Ramón se entera de que me chivo, me hará la vida imposible. Ahora mi madre sospecha y al final, si no hago algo, irá a hablar con mi maestra. Como estamos de vacaciones no podrá hablar con ella hasta que volvamos a clase, así que igual me podéis echar una mano para que esto se arregle antes de que se terminen las navidades.

Imagino que la noche de Reyes estaréis muy ocupados como para hablar con Ramón, así que se me ha ocurrido una solución que os llevará poco tiempo. He pensado que si le dejáis un pedazo de carbón bien grande fijo que se da cuenta de lo malo que ha sido y deja de pegarnos y robarnos los bocadillos. A cambio de que me hagáis este favor, renunciaré a mis regalos para que se los podáis llevar a otros niños que les hagan más falta.

De todas formas, como tenéis que pasar por casa a traer los regalos de mis hermanos, podríais dejarme al menos el juego del Mario Galaxy para la Wii. Eso como vosotros veáis.

Me despido hasta el año que viene.

Un saludo.

Daniel Pérez

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