Susto o muerte: Juan de los muertos (Juan of the Dead)

“Juan de los muertos, matamos a sus seres queridos.”

¿Qué es lo mejor que podrías hacer en caso de desatarse un apocalipsis zombi? Es evidente, sacarle el mayor partido posible. Eso es precisamente lo que hacen Juan y sus compinches, que ni cortos ni perezosos montan un negocio para librar a sus convecinos de esos zombis tan molestos. Deshazte de tus zombis más cercanos por un módico precio… Claro que no siempre es fácil acabar con ellos, a veces el día se tuerce y uno puede volver a casa tal que así:

Alejandro Brugués dirige esta cinta cubana, estrenada en 2011, que además tiene varios premios en su haber. Bajo el guiño a esa otra película tan archiconocida, Shaun of the Dead (insuperable, por cierto), nos cuentan la historia de Juan, un vividor… Uy, perdón, un sobreviviente (tal como él se denomina), que hará su particular agosto a cuenta de una plaga zombi que se está desatando en la Habana. En realidad nadie sabe a ciencia cierta qué sucede, el caso es que los muertos resucitan con hambre… ya sabemos de qué. Bajo la confusión propia que siempre esperamos en una película de zombis, comienza este particular apocalipsis, aunque los protagonistas se lo toman con muuucha calma. Desde luego que de infarto no se nos mueren…

Tan pintoresca es la historia como los personajes, que conforme avanza la historia demostrarán sus habilidades combativas de las formas más interesantes. Quién iba a imaginar que Juan era todo un experto en artes marciales, o que un tirachinas da tanto de sí. Aunque quien se ganó un rinconcito en mi corazón fue el grandullón aprensivo que se desmaya al ver un poquito de sangre. Solución, ¡pues le vendamos los ojos y listos!

No falta la acción, los momentos cómicos, otros un tanto más serios y con más carga emotiva, así como las escenas que ya esperas pero que al final te sorprenden… Y por supuesto los momentazos que se te quedan grabados, y no precisamente por las vísceras o la sangre en escena.

He aquí una comedia zombi de las buenas, que bien podría estar a la altura de las más laureadas. Así da gusto enfrentarse al fin del mundo…