Para leer: El Rey Trasgo, de Alberto Morán Roa

Con esta dedicatoria tan especial me llegó la novela de Alberto. Me hizo mucha ilusión que se acordara de mi pájaro de fuego, pero con más ilusión empecé a leerla. Es su primera novela publicada y estoy segura de que a los aficionados a la fantasía épica les va a encantar. Desde luego que la editorial Kelonia viene apostando fuerte por la fantasía de calidad así que habrá que estar pendientes de sus novedades.

La primera parte de El Rey Trasgo llega bajo el subtítulo de La Ciudadela y la Montaña. Subtítulo muy significativo y que tiene mucho que ver con la estructuración de la novela. Está dividida en capítulos largos y estos a su vez se desarrollan en escenas cortas; unas narran el presente y otras revelan de manera retrospectiva la historia de la Ciudadela, de la guerra y de los personajes principales. Por una parte tenemos el bloque de La Ciudadela donde las batallas y las intrigas políticas tienen el protagonismo. La ciudad flotante, además de extraordinaria, es un arma de destrucción masiva y las tres naciones que la controlan (y que antaño unieron fuerzas para derrotar a un enemigo común) se disputarán su soberanía por la fuerza y jugando sucio. Las batallas en las alturas son realmente impresionantes, tanto por las descripciones (visuales y vertiginosas) como por los personajes que participan ya que no solamente hay soldados y guerreros sino que también hay criaturas mágicas y místicas como grifos, dracos y pegasos. Peeero tengo debilidad por Tobías y Helmont, lo siento, no lo puedo evitar, y por eso mi parte favorita ha sido La Montaña. Quizás tenga menos acción y menos violencia pero es que estos dos compadres me parecen adorables. Son, al fin y al cabo, dos viejos gruñones y eruditos que han acogido de manera voluntariosa a un nigromante catatónico, sin ser conscientes del oscuro secreto que esconde. También me gustó especialmente el relato de Lucio y sus compañeros, narrado a través de un diario que encuentra Tobías, y en el que Lucio dejó constancia de su paso por las grutas de los Picos Negros (hogar del Rey Trasgo) y su desafortunado viaje.

Y qué decir de la ambientación, tan importante en este tipo de género, es que no podía ser más acertada. Siempre que se plantea un nuevo mundo donde prima la fantasía y la magia corremos el peligro de encontrarnos con un planteamiento demasiado ingenuo, que tal vez funcione muy bien en la cabeza del autor pero que a la hora de la verdad no es capaz de transmitir esa realidad. No es el caso de El rey Trasgo, aquí se palpa hasta el aire que respiran los personajes y consigue hacernos partícipes de la realidad de una Ciudadela flotante. La verdad es que no estaría mal conseguir un pase especial y visitarla, en tiempos de paz claro está, porque no me apetece que me atraviese un lancero a lomos de un pegaso por muy espectaculares que sean.

En definitiva El Rey Trasgo es una novela escrita con muy buen pulso, que habla de un mundo con una larga historia a sus espaldas, de destrucción y maldad, pero también habla sobre la magia, el honor y la amistad. Es una novela que recomiendo a todos los amantes del género, y a los que no lo son tanto, porque estoy segura de que es imposible que defraude a nadie. El final promete más aventuras así que habrá que esperar a la continuación, ya me muero de ganas por saber qué les sucederá a los personajes, en especial a Niué (¡uy, que os espoileo sin querer!).

Una novela de Kelonia Editorial.