Con este título tan extenso y original, Rachel nos presenta una historia cotidiana a la par que entrañable. Se trata de una novela breve, de corte romántico, que viene a narrar unos meses muy especiales de la vida de Gea, una treintañera demasiado preocupada por las kilocalorías y que va a reencontrarse con un antiguo ligue/novio del que no guarda un buen recuerdo (le dejó por una arpía rubia a la que Gea apodó como la tarántula venenosa).
Desde el punto de vista de la propia Gea, que será la encargada de relatarnos los acontecimientos, asistiremos como buenas cotillas de visillo al reencuentro de la parejita desde su primer café hasta… ¡ejem, ejem!
Mejor que contaros el argumento podríamos hablar del amor, más concretamente de esos primeros momentos en los que conoces a una persona que te hace sentir cosas muy especiales, que consigue que te sonrojes con solo mirarte y que provoca esa inusitada timidez que hace que te vuelvas tonta. ¿Quién no ha vivido situaciones semejantes? Seguro que alguna vez os habéis hecho preguntas tales como: “¿me llamará?” o “¿qué estará haciendo ahora, pensará en mí?” Éstas son las sensaciones que retrata la novela de las tarántulas.
Como ya digo la relación entre Gea y Héctor comienza con un café y se desarrollará como muchas otras relaciones actuales; a través de sms, con mensajes vía internet, con llamadas telefónicas o mensajitos sugerentes malintencionados. De hecho la tecnología juega un papel muy importante en el reencuentro (real como la vida misma, ahora todo el mundo se echa novio por internet). Pero a pesar de que Gea bebe los vientos por Héctor (el perfecto dios griego) no olvida la faena que le hizo hace diez años. La pobre lleva esa espinita clavada y por eso es reticente al acercamiento del chico, al que en un primer momento va a intentar espantar por todos los medios.
Lo verdaderamente agradable de esta novela es que resulta tan cercana que es imposible no sentirse identificada con alguna de sus escenas. Incluso yo misma, que reconozco que ciertos comportamientos “parejiles” siempre me han resultado harto empalagosos. En realidad no soportaría que me llamasen “preciosa” constantemente o que alguien se empeñara en regalarme flores (¿qué habrán hecho ellas para que las cercenen tan cruelmente?). Pero supongo que a la gran mayoría de las mujeres les gustará que les atiborren de polen, que las mimen y que les hagan cosquillas juguetonas. Si, ya sé lo que estáis pensando, que soy menos romántica que Freddy Krueger, pero no os lo voy a discutir porque lleváis toda la razón del mundo.
Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos es también una novela muy cuidada, se nota que la autora la ha tratado con mucho mimo y ha conseguido pulirla hasta dejarla reluciente, siendo como es una autopublicación no envidia a ciertas “correcciones” que se supone llevan algunas otras novelas atestadas de erratas. En definitiva, si te gustan las historias románticas, creíbles y cotidianas no te la puedes perder.
Rachel Antúnez nos habla sobre Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos: "Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos" es la tercera novela que escribí, pero le tengo un cariño especial, resulta curioso, pero creo que la he leído unas cien veces y nunca me aburro, de vez en cuando me gusta volver a leerla, sobretodo cuando estoy triste porque siempre logra sacarme una sonrisa (y ya sé que está feo que yo lo diga jeje). Quería probar un estilo nuevo, algo cómico, ya que siempre se ha dicho que es más dificil hacer reír que llorar y yo quería asumir el reto. Por las opiniones que he podido leer en diferentes reseñas, creo que lo conseguí. En fin, es un trocito de mi que he querido compartir con el resto del mundo. |
*Gracias a Rachel por ofrecerme la versión digital de su novela. Y gracias también a Tatty, del blog El universo de los libros, por organizar “Un mes, un libro” y darnos la oportunidad de ayudar a tantos autores que se merecen nuestro tiempo y un huequito en nuestros blogs.
El gatito Baldomero dice:
¡Me ha enamorado!
Dentro de un rato me voy a poner con esta novela y después de leer tu reseña pues la cogeré con más ganas, creo que me va a gustar mucho
ResponderEliminarbesos!
Muchisimas gracias guapa, por una reseña tan currada. La novela fue corregida por una filóloga, pero supongo que algo se le pudo escapar.
ResponderEliminarMe alegra mucho que te gustase :)
Un besote
Rachel gracias a ti. Ya te digo que la novela casi casi que está perfecta, en todítos los libros siempre se escapa algo, pero es normal. Se nota que le pasaron una buena revisión ;)
EliminarMuchisimas gracias guapa, por una reseña tan currada. La novela fue corregida por una filóloga, pero supongo que algo se le pudo escapar.
ResponderEliminarMe alegra mucho que te gustase :)
Un besote
He visto reseñas estupendas sobre este libro. Habrá que apuntarselo.
ResponderEliminarFantástica la reseña.
Besos
Muy buena reseña. La tengo en el lector para ver si puedo leerlo prontito. Y desde luego con reseñas así, más ganas entran.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Se me acumula la tarea! Menos mal que sarna con gusto no pica, ;) Pues me la apunto, por una cuestión específica: me gusta mucho la nueva literatura que introduce la tecnología como medio de comunicación, es una realidad aplastante.
ResponderEliminarY hablando de otras cosas, pues a mí tampoco me gusta especialmente que me regalen flores, aunque las agradezco, ni soy especialmente cariñosa, pero a veces los mimos vienen bien, ¿verdad? Recuerdo que hace unos años me crucé con un viejo amor, y cuando me dijo que en todos estos años no había dejado de pensar en mí floté durante una semana entera!!! Supongo que a todos nos gusta saber que dejamos huella. Besitos!!
Yo publico mañana la reseña, me ha gustado mucho y lo he leído rapido.saludos
ResponderEliminarBuena reseña, genera muchas ganas de leer la novela, y de ponerla en pendientes. Enhorabuena
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