Para leer: Pedacitos de Muerte de Eduardo Fanegas de la Fuente

Con esta inquietante imagen de una Moira, Eduardo Fanegas nos presenta su primera historia publicada. Pedacitos de Muerte es una novela corta de unas 144 páginas cuya historia es tan onírica como su portada. Trata además temas tan fascinantes como la muerte o los sueños, y ahí es donde me ha dado en el gusto porque aquí todos sabemos que los sueños me obsesionan un poco, he ahí mi juego de Claudia si no os lo creéis.

El principio me costó un poco seguirlo ya que en este tramo especialmente se suceden los párrafos oníricos y en general tiene más de ensoñación que de acción. Pero poco más tarde la trama va tomando forma de tal manera que te absorbe, al menos es lo que me ocurrió, aunque creo que fue por culpa de los personajes.

Por un lado tenemos a Muerte, personaje que representa a la Parca y que está pasando una especie de crisis existencialista. En una de sus visitas conoce a Don Gabriel, un enfermo internado en un psiquiátrico que acabará apuntándose a la peculiar cruzada. Y mi favorito, Sombra, un joven que muere de forma repentina y que no es del todo consciente de su propio óbito.

¿Y qué misión llevarán a cabo estos tres personajes tan pintorescos? Irán en busca del mal en su estado puro, que después de muchos siglos ha conseguido liberarse.

La novela se divide en capítulos pero tiene dos partes muy diferenciadas. Me gustó mucho más la segunda parte, cuando el ejército investiga lo ocurrido en Zambey, una ciudad donde ha desaparecido toda la población sin dejar rastro. El estilo narrativo es fácil de seguir, lo que se agradece, exceptuando esas partes tan ilusorias que son más parecidas a visiones, sueños y divagaciones, que se me hicieron un poco incomprensibles en según qué tramos. También es imposible no ver la influencia de obras como Hellraiser o Sandmand.

Pedacitos de Muerte es un relato fascinante al que, por otro lado, le ha faltado mimo en su producción, y no por parte del autor, que quede claro. La labor editorial o de corrección dejan mucho que desear y esto, señores, es un problema que cada vez observamos más en nuestras lecturas y que a mí personalmente hace que me tire de los pelos, como en este caso.  Es una pena que una obra con tan buenas pretensiones le desmerezca su presentación. Esperaré a que Eduardo nos sorprenda con alguna nueva historia, que seguro superará a esta primera.

Eduardo Fanegas nos habla sobre Pedacitos de Muerte: Pedacitos de Muerte surgió como un montón de piezas de un puzle que sabían que en algún momento tenían que encajar. Fueron sus primeras piezas unos pequeños relatos independientes de una época de juventud en la que uno se pregunta el porqué de todo y se cuestiona el significado de cualquier cosa. Con el tiempo cuando me di cuenta de que esos relatos tenían un nexo de unión, que hablaban de la vida y de la muerte, de lo importante que es la relación de una y otra y la fascinación que ha producido a los hombres a través de los tiempos. Las misma fascinación que me producía a mí el mundo de los sueños, el cual convertí en hilo conductor de la historia. Así esos primeros relatos se enlazaron entre sí convirtiéndose en esos primeros pedacitos que aparecen en la novela unidos por ese personaje central que es la Muerte. Que no es más que uno más de nosotros en este universo tan extraño y desconocido en el que vivimos que tiene sus propios miedos, sus propias dudas y sueños.

Gracias al autor por el ejemplar, y por esa fantástica dedicatoria.

El gatito Baldomero dice:

Está entretenido.