Para leer: El secreto de Lucía Mørke de Inés MacPherson

Pisando fuerte llega esta novedad de La Galera, primera novela además de su autora, Inés MacPherson. Un buen debut, si me permiten el apunte. El ambiente y la tenebrosidad que transmite me han dado de lleno con el gusto, aunque ya me conocéis, me pirran las historias de terror.

Al empezarla me llevé un buen susto, y no fue por la escena que la abre sino por leer que la protagonista tenía dieciséis años. A estas alturas les estoy cogiendo pánico a las protagonistas de dieciséis, menos mal que Lucía es muy diferente a las protas americanas que tan de moda están. Es una chica a la que le fascinan las novelas y cuentos de terror, aparte de esta afición, Lucía no es el prototipo de gótica que cabría esperar sino una chica normal, rubia para más inri, a la que le gusta la lectura y que para sacarse unas pelillas hace de lectora para un invidente, cuyo pasado guarda relación con el destino de Lucía.

Hace exactamente dos años, el mejor amigo de Lucía se esfumó sin dejar ni rastro, siendo este el misterio que inicia la aventura. Hugo en realidad es algo más que un amigo para ella y pronto demostrará hasta dónde está dispuesta a llegar por él. El amor es ciego, y lo que es peor, nos vuelve imprudentes. De hecho Hugo será el señuelo que desencadenará su infierno, no por voluntad del chico, menos mal (aunque hubo momentos en los que sospeché de él).

El ritmo de la novela se mantiene en un tono calmado y equilibrado durante la primera mitad del libro, pero al llegar a la página 100 la acción se desboca. Lo cierto es que desde que Lucía llega al hotel no pude despegar la nariz de la novela hasta que la terminé. El ambiente tétrico está muy bien logrado, conforme leía veía con total claridad y detalles el hotel abandonado, y hasta me pareció sentir las corrientes de aire. Hubo un detalle, llegando a esta parte, que me gustó mucho. La transición de una parte a otra está marcada con la misma escena con la que empieza la novela, es decir, que el texto se repite tal cual está en las primeras páginas. Es un guiño muy particular y significativo y que además divide la historia en dos partes muy distintas.

En la historia hay una influencia importante de las leyendas urbanas, algunas participan de la trama y están perfectamente integradas en el desarrollo de la acción. Por otro lado, y como contrapunto, he tenido la sensación de que dejó algunos cabos sueltos, más que sueltos yo diría que en el aire. Algunos de los secundarios son personajes con mucha fuerza y mucho jugo que quedó sin exprimir. La autora nos ofrece los datos imprescindibles para situarlos y explicar sus actuaciones por eso me quedé con ganas de conocer más de Jørn, ese psicópata buscado por la ley, sobre las hermanas que le acompañan o sobre Roderick, el invidente. Incluso me habría gustado llegar a conocer qué clase de confusión llevó a Eloise hasta el Hotel. También hay que tener en cuenta que la narración es en primera persona, con la limitación que conlleva ya que el lector no alcanza a ver más allá de los propios conocimientos o experiencias del protagonista.

La verdad es que cuando terminé el libro y lo cerré dormí tan a gustito como siempre (si lo habéis leído sabréis a lo que me refiero), pero mientras me duró me mantuvo en tensión durante gran parte de la lectura. Ha sido un placer leer esta historia, que aunque cortita es tremendamente intensa y trepidante.

¿Os ha quedado claro que es una lectura que no os podéis perder?

Y como cierre, os dejo con las palabras que la autora nos ha dedicado en exclusiva para el blog.

Inés MacPherson nos habla sobre   El secreto de Lúcía Mørke: ¿Qué oscuridad nos produce más terror? ¿La que se dibuja entre las sombras de una noche silenciosa o la que se puede ocultar, agazapada, en nuestro interior? Es una pregunta que siempre me ha fascinado. Creo que el miedo a la oscuridad, como dice Roderick, es el miedo a nuestras propias tinieblas, o a las tinieblas de otras personas que se pueden cruzar en  nuestras vidas y que,  a menudo, se esconden precisamente en las sombras y el silencio de la noche. Lucía nació en parte del recuerdo que tengo de mi época en el instituto. Como ella, a mi me gustaba sumergirme en las páginas de un libro. Para muchos, como para Lucía, adentrarse en las vidas de los personajes de un libro es una manera de escapar de la realidad, de dejar, durante un rato, nuestra propia historia para ser otra persona. Lucía vive entre libros, aferrada a la ficción, porque es donde se siente más a salvo, a pesar de leer libros de terror. Y es que Lucía tiene muy claro que en el momento en que se cierra el libro o se llega al punto final, la ficción se acaba y se vuelve a la realidad, donde todo es más aburrido, menos inquietante. Aunque a veces, la frontera entre la realidad y la ficción no es tan clara como Lucía cree. A veces la oscuridad de una leyenda puede llamar a tu puerta. Personalmente, he disfrutado mucho escribiendo y adentrándome en el universo de “El secreto de Lucía Morke”. Espero que aquellos que lo tengáis en vuestras manos también lo podáis disfrutar.

Gracias a la colaboración de La Galera.

El gatito Baldomero dice:

¡Está entretenido!