Hace escasamente unos minutejos he pasado por el blog de Anabel, La ventana de los libros, donde he leído un post-denuncia que quiero compartir desde aquí a modo de: ¡Danger, danger! ¡Peligro, peligro! -_- Vale... me pongo seria, que el tema no es para menos.
Por desgracia, el caso que Anabel nos cuenta no es el único con el que me he topado, os trascribo las palabras de Anabel para que os hagáis una idea de lo que hablamos:
"Ayer por la tarde me encontré con un autor (no me he leído su novela), pero este no es el caso. Me comentó que su novela era el éxito de ventas de una editorial muy pequeña, aunque matizó un hecho que no me gustó nada. Había vendido 1500 ejemplares y no había cobrado ni un euro. No era el único autor de esta pequeña editorial que no había cobrado. Puse cara de sorpresa, abrí los ojos y es posible que soltara algún taco, indignada".
Normal que Anabel se indignara, yo no conozco al autor, pero también me indigno ante tamaña injusticia. Sucede que en ocasiones, y por supuesto no todas las editoriales (menos mal), se escaquean cual viles morosos de pagar a los autores su correspondiente parte de las ventas, lo que viene siendo los derechos de autor, para que nos entendamos. ¡Esto es tremendo! Todo escritor sabe que, tal y como funciona el panorama editorial en España, es prácticamente imposible vivir de lo que uno escribe, lo mejor es tomárselo como una afición, pero claro, hasta cierto punto, señores. Ya es decepcionante el hecho de que el autor, esa personita creativa que ha dedicado tantísimas horas de trabajo, de estrujarse los sesos y de encerrarse en su despacho frente al ordenador para dar forma a esa novela que veis en los estantes de las librerías, sea el que menos se lleva por las ventas de un libro. Es triste, pero las cosas funcionan así, y no sólo en lo editorial, si no preguntad a la gente que vive del campo quién se lleva la mejor tajada de sus cosechas o productos (los distribuidores y puntos de venta). Hablando mal y pronto, los autores ganamos una KK con esto de escribir. Pero una cosa es conformarnos con poco y otra muy distinta que nos roben nuestro trabajo. Como diría mi abuela: ¡Qué poca vergüenza!
El problema de todo esto es que cuando decides embarcarte en la aventura de editar, no tienes ni idea de cómo funciona el cotarro (a menos que tengas la suerte de tener a alguien de confianza que pueda asesorarte). Las editoriales lo saben, los timadores lo saben, y qué más que aprovecharse de la ilusión de un escritor novato.
¿Cómo sabemos que el contrato que nos proponen es legal? Y por supuesto, nunca, nunca empecéis a trabajar para una editorial sin haber firmado previamente el contrato, que luego vienen los: "Ay, es que todavía no me lo pasó el gestor..." "Uy, es que se me puso mi perro malo y no pude enviártelo todavía..." De verdad que he escuchado casos terroríficos, no sólo es que no se paguen las ventas sino que además hasta me han contado que a falta de una firmita, en el último momento, han cambiado las cláusulas del contrato para que el autor tenga que pagar parte de la edición.
Mucho cuidadito con esto, mirad siempre la letra pequeña y si tenéis la posibilidad de consultar cuestiones legales con algún abogado mejor que mejor.
Os dejo con el enlace al post de Anabel, para que podáis leerlo completo, y que muy convenientemente tituló Autores ONG
Si es que la cosa esta muy mal y se aprovechan de los autores... una asco vamos...
ResponderEliminarUn saludo
pd: voy a pasarme a leer el post de Anabel ^^
Hoy en día es que... uff, está el tema difícil.
ResponderEliminarCon las editoriales grandes hay poquísimas posibilidades y las pequeñas la mitad o no pagan o son de co-edición. Está muy complicado encontrar algo a mitad.
Vaya, no había leido todavía la entrada de Anabel (curiosamente la tenía abierta en otra pesataña pero he mirado antes esta >,<U). Por lo que comentas es para indignarse, faltaba más :S Si ya de por si cuesta encontrar una editorial que apueste por el trabajo de uno y tal... luego te encuentras con este tipo de cosas y es para tirarse de los pelos y enfadarse, por nodecir otras cosas, ciertamente :/
ResponderEliminar¡Un saludo!
Pues así es y eso pasa. Hay que vigilar mucho, que la charca literaria está plagada de tiburones.
ResponderEliminarSaludos. Y gracias por el aviso.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLo peor es que se aprovechen del trabajo de los creadores; es como dices, también para todo tipo de productores, los que se llevan la tajada son los que están en medio del proceso. Quienes salen perdiendo son los creadores y los consumidores, los primeros porque no reciben lo que se les debe, los segundos porque pagan el precio para mantener a los tiburones del medio. ¿Propuestas para salvar los puentes? Si fuera fácil,,,
ResponderEliminarLo peor es que no estoy hablando de editoriales de autoedición, que daría para otra entrada. Esto le ha pasado a más de un amigo. En facebook se quejaba el otro día una autora de la misma editorial que no pagaba a este amigo. En cuanto tenga más datos los voy a colgar, siempre y cuando los autores no tengan miedo de denunciarlo.
ResponderEliminarDesde luego el tema del cambio que necesita mercado editorial da para una tesis, lo suyo es ir pasito a pasito y se podría empezar por denunciar a este tipo de editoriales-fraudes. Si me viese en esa tesitura está clarísimo que denunciaría a la empresa, el trabajo y el tiempo de uno es sagrado y no hay que tener remilgos a la hora de llevar a los juzgados a los que se aprovechan de los demás a cuenta de la crisis.
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