24 ene 2011

1001 formas de comenzar una historia


Cuando por fin terminamos el proceso creativo previo a una novela, de diseños, documentación, resúmenes, estructuración… y por fin nos sentamos frente a la hoja en blanco para darle forma a todas esas ideas, a muchos les asalta la duda de cómo recrear el principio, de cómo dar esos primeros pasos y plasmar las primeras páginas, que son tan importantes en una historia. Tan, tan importantes, que serán nuestra carta de presentación para los lectores (una vez conseguido el amor a primera vista con una bonita portada y una sinopsis atractiva). Es rara la editorial o autor que al mostrar su trabajo no incluya un avance con las primeras páginas. Esto viene a ser como una cata de un supermercado, en la que una señorita repeinada y con traje de chaqueta nos ofrece unos canapés con un paté nuevo. Si te gusta mucho ese paté posiblemente te lleves algunas latas para casa, y si no, al menos, has matado el hambre durante un ratillo.

Con los libros ocurre exactamente lo mismo. Ese avance que nos suelen ofrecer es una toma de contacto para que el lector pueda decidir si el estilo, o la propuesta, es de su agrado. Así que ya os podéis hacer una idea de cuan importante es el principio de una historia. Se trata pues de enganchar al lector con la primera puesta en escena.

Pero, y ahí está el dilema, ¿cómo lo conseguimos? Tal y como reza el título del post hay más de mil maneras de comenzar una historia, tantas como mentes pensantes distintas y estilos dispares, pero al menos sentaremos unas bases que puedan servir como guías.

A estas alturas, y después de todos los diseños previos, ya debemos tener muy clara nuestra historia, conocer a los personajes como si los hubiésemos parido y controlar la trama en todos sus aspectos para poder hacer con ella lo que queramos y más. Así que esto no debe sernos difícil: saber qué queremos contar, qué sensaciones queremos transmitir en ese principio (sosiego, aventura, romance, terror…), y decidir qué “trocito de tarta” queremos que pruebe el lector (a qué parte de la trama daremos más importancia para sentar las bases del argumento).

Recordemos que una historia tiene 3 partes: la presentación, el nudo y el desenlace. El principio (la cata) de la novela no tiene porqué abarcar toda la presentación (que según la extensión del total podrían ser hasta unas 50 páginas), sino que es una introducción a esa presentación.
Para elegir la extensión de la introducción también hay que tener presente la propia estructura de la novela, si tiene capítulos largos o cortos. Lo más lógico es que se mantenga una homogeneidad en la extensión de los capítulos, de modo que si son largos el primero también lo será. Aunque yo recomiendo que ese principio, la introducción, sea más corta.

Si sois un poco observadores ya os habréis dado cuenta de que la literatura actual está evolucionando a pasos agigantados. Cada vez con más frecuencia las historias que leemos son más visuales, cinematográficas se podría decir. Y es que la literatura tiene competidores muy poderosos como la televisión, el cine o los videojuegos. “Renovarse o morir”, se suele decir. La tendencia actual se basa en una lectura rápida y fácil de digerir, es por esto que un comienzo más largo o carente de acción puede correr el riesgo de aburrir al lector. Si lo atrapas en las dos primeras páginas seguirá leyendo el resto, si esperas a la páginas diez para contar algo más que una poética descripción o ambientación es bastante posible que se aburra y no termine de leer siquiera el primer capítulo. Cada vez más (por desgracia) vivimos en la cultura del stres, de lo inmediato y de la falta de tiempo, y hay que adaptarse a las nuevas tendencias sociales y culturales.

Además de la extensión no podéis olvidaros del mensaje. Con pocas palabras se puede decir mucho y es en las primeras páginas donde hay que lanzar el anzuelo con al menos un cebo suculento.

Si todavía no sabes cómo arrancar tu historia, tal vez sea porque no tienes claro el camino o hasta dónde quieres llegar. Siempre se puede recurrir a las estanterías y analizar varios títulos para ver diferentes enfoques. Hay autores que prefieren un principio equilibrado y sin sobresaltos, y sin embargo otros comienzan con una acción trepidante y sorprendente. Vuestra historia, si la conocéis bien, os dará las pistas a seguir, después vosotros elegís cómo trabajarla.

Feliz práctica.

8 comentarios:

  1. Muy buena reseña Laura. Totalmente de acuerdo contigo.
    Pese a quién pese, si un autor escribe para exponerlo al público, debe de pensar en su obra como si fuera, en cierta manera un producto, y saber tocar las piezas justas para promocionarlo.
    Como dices, unos optan por principios comedidos, otros por la acción (yo me considero de estos últimos), pero lo que está claro es que al lector medio, si no lo enganchas en las primeras 20 páginas estás perdido...

    Un saludo.

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  2. Excelente, Laura!!

    Yo soy de las que sufre con todos los principios. Encontrar esa frase es lo que me martiriza constantemente. Después es más fácil, desde una buena frase puedo escribir lo que venga, jeje.

    Besos!!

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  3. Gracias por tus consejos ^^
    Yo no lo veía como una tarea difícil. Escribir relatos estaba "chupado", como decimos... Pero escribir el inicio de lo que va a ser una novela no es tan fácil de hacer. Me sorprendió ver todo el esquema temporal que tenía preparado y abrir el word y pensar: Y ahora qué?

    Las primeras páginas son lo más temido!
    De hecho, creo que voy a repasarlas, me has abierto los ojos x)

    Un beso

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  4. Óscar, yo diría más, por si acaso se nos escapa antes mejor lanzar el anzuelo en las 10 primeras páginas (las 10 primeras de la novela maquetada no del word, que es muy diferente).

    Maga tómatelo como el comienzo de cualquier capítulo, tal vez viéndolo desde otro punto de vista te sea más fácil.

    Gnomish volver a releer después de un tiempo de reposo ayuda muchísimo. Ánimos para esa revisión :)

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  5. Sí, es importante el principio de una novela y cada vez soy más consciente de ello.

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  6. A practicar se ha dicho:D

    Son consejos muy importantes querida Laura... hace poco recibí uno que va por este camino, y lo estoy empleando a fondo:D

    kisses y feliz semana:D

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  7. Es verdad, una buena idea sería ir a tus novelas favoritas y releer ese comienzo, captar por qué te engancharon, no lo había pensado.

    ¡Gracias como siempre, Laura!

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  8. Hola, aquí estoy leyendo algunas entraditas para asesorarme... Concuerdo con lo que dices del principio, lo que no puedo adaptarme es a los tiempos que corren. Recuerdo aburrirme con todos los primeros capítulos de Julio Verne, porque eran por demás descriptivos, pero sabía que después venía lo mejor, porque no los podía soltar, a pesar del lenguaje.
    Mi principio de la novela, lo escribí después, cuando decidí mejorarla, y sn querer me dio el pir para que se entiendan algunas cosas que van a pasar después. No es que no la tenga clara, pero me toma mucho tiempo diagramar por capítulo a pesar de que la historia hace años q la tengo en mi cabeza.
    Besotes!!

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