Hacía tiempo que no os traía un nuevo tema de Escritor L. En esta ocasión trataremos una de las partes fundamentales de una novela, la documentación. Tal vez pueda pareceros una parte prescindible, o tal vez sencilla, pero no lo es en absoluto, y es tan importante como lo pueda ser el diseño de los personajes principales.
Para que una historia tenga consistencia y esa verosimilitud que se merece, necesitaremos sembrar unos buenos cimientos. Además de los estudios previos, diseños y resúmenes tendremos que crear para nuestra narración una base creíble y coherente con la que poder trabajar.
Para ello tendremos que analizar primero las necesidades de nuestra historia, ya que la labor de documentación dependerá de lo que vayamos a contar. Habrá que tener presente en qué época se desarrolla, en que lugar o condiciones, o qué elementos externos influirán en el desarrollo. Por supuesto a estas alturas contamos con que tenemos muy claro lo que queremos contar, así que será más fácil dosificar la búsqueda.
Por poner un ejemplo simplón (que no tengo la cabeza para mucho por las prefiestas navideñas), vamos a suponer que hablaremos sobre los vampiros. Y ahora viene el listo de la clase y dice: “Jo, seño, es que me he inventado unos vampiros super originales, que ni chupan sangre siquiera, ¿para qué quiero documentarme si me los he inventado yo?”. A lo que yo contestaría: “Po valiente vampiro, miarma”.
Aun en este caso la documentación previa es necesaria ya que cuanto mejor se conozca el mito del vampiro más se podrá tergiversar esa nueva visión revolucionaria del vampirismo. Lo mismo sucede con cualquier otra propuesta. Se trata al fin y al cabo de engordar esa caja de herramientas con las que vamos a trabajar para conseguir dar vida a la narración y alejarnos de los textos rígidos y vacíos. No olvidemos que una novela no es una sucesión de descripciones y diálogos, debe tener una buena sustentación además de palabras encadenadas con destreza.
Así pues, si omiten algo en sus escritos que no sea porque lo desconocen sino porque no era necesario mencionarlo.
¿Y cómo conseguimos la información necesaria para documentarnos? Sean imaginativos, en los libros de las bibliotecas públicas encontraréis de todo, y si no pregunten al dios de la sabiduría infinita: Google. Aunque siempre que se requiera ayuda de algún profesional en la materia en cuestión, busquen a alguien que esté dispuesto a colaborar en el proyecto o que pueda aportaros información de primera mano.
Investiguen, estudien y aprendan, y enriquezcan así sus narraciones. Feliz búsqueda.
Para que una historia tenga consistencia y esa verosimilitud que se merece, necesitaremos sembrar unos buenos cimientos. Además de los estudios previos, diseños y resúmenes tendremos que crear para nuestra narración una base creíble y coherente con la que poder trabajar.
Para ello tendremos que analizar primero las necesidades de nuestra historia, ya que la labor de documentación dependerá de lo que vayamos a contar. Habrá que tener presente en qué época se desarrolla, en que lugar o condiciones, o qué elementos externos influirán en el desarrollo. Por supuesto a estas alturas contamos con que tenemos muy claro lo que queremos contar, así que será más fácil dosificar la búsqueda.
Por poner un ejemplo simplón (que no tengo la cabeza para mucho por las prefiestas navideñas), vamos a suponer que hablaremos sobre los vampiros. Y ahora viene el listo de la clase y dice: “Jo, seño, es que me he inventado unos vampiros super originales, que ni chupan sangre siquiera, ¿para qué quiero documentarme si me los he inventado yo?”. A lo que yo contestaría: “Po valiente vampiro, miarma”.
Aun en este caso la documentación previa es necesaria ya que cuanto mejor se conozca el mito del vampiro más se podrá tergiversar esa nueva visión revolucionaria del vampirismo. Lo mismo sucede con cualquier otra propuesta. Se trata al fin y al cabo de engordar esa caja de herramientas con las que vamos a trabajar para conseguir dar vida a la narración y alejarnos de los textos rígidos y vacíos. No olvidemos que una novela no es una sucesión de descripciones y diálogos, debe tener una buena sustentación además de palabras encadenadas con destreza.
Así pues, si omiten algo en sus escritos que no sea porque lo desconocen sino porque no era necesario mencionarlo.
¿Y cómo conseguimos la información necesaria para documentarnos? Sean imaginativos, en los libros de las bibliotecas públicas encontraréis de todo, y si no pregunten al dios de la sabiduría infinita: Google. Aunque siempre que se requiera ayuda de algún profesional en la materia en cuestión, busquen a alguien que esté dispuesto a colaborar en el proyecto o que pueda aportaros información de primera mano.
Investiguen, estudien y aprendan, y enriquezcan así sus narraciones. Feliz búsqueda.
Tienes mucha razón, la documentación es fundamental para que la historia gane en solidez y, por tanto, esté bien construida. Para mi última novela dediqué horas a investigar, sobre todo en Internet. Y parece una chorrada, pero la web de la ViaMichelin es utilísima para calcular distancias entre puntos (de regiones reales) y el Street View también es una maravilla, jeje. Muchas veces los que escribimos tendemos a lanzarnos a la aventura y a escribir sin conocer aquello de lo que hablamos. Es mejor respirar hondo, contenerse, documentarse y, una vez con las ideas claras... adelante ^^
ResponderEliminarUn besote, me encanta esa sección, ya lo sabes.
qué buena entrada, Laura. Llevas toda la razón.
ResponderEliminarOtra muy buena entrada de Escritor L. Ciertamente la documentación es algo necesario, y útil, ya que no sólo nos aporta información con la que trabajar, sino que también nos puede proporcionar nuevas ideas y detallitos para nuestra historia. Es increíble la de cosillas que se pueden encontrar "trapichando" ;P jejeje.
ResponderEliminarBesos!
La razón en cada letra, querida Laura...
ResponderEliminarNada como estudiar a fondo algo. COnsigues muchas cosas, entre ellas, hacer que el lector sienta tus palabras, que todo sea más real..
losses...
que cierto es. estoy escribiendo una historia y hace poco tuve que investigar por encima el tema de los trasplantes y los donantes de órganos. es q no podemos inventarnos las cosa xq sí, si no serian demasiada ciencia ficción. hay que darles a veces un buen toque de realismo.
ResponderEliminarVery very important, la documentación.
ResponderEliminarChiara, a lo mejor te resulta raro pero en la ciencia ficción es donde más tienes que documentarte y empaparte, es un género muyyyy complicado de escribir, ten en cuenta que trata sobre todo de la especulación científica entre otras muchas variantes.
Cierto :D Eso es lo que tengo que hacer primero D
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